A los 22 años, Oscar Báez fue diagnosticado con insuficiencia renal, a pesar de que llevaba una vida sana y no existían antecedentes en su familia de esta enfermedad. Desde ese momento, inició su búsqueda por encontrar a un donante de riñón para salvar su vida, y fue su hermana Paulina quien se le dio una segunda oportunidad.
Ya hace dos años desde que Oscar recibió la noticia que lo devastó y lo llevó por meses a una cama de hospital. Hoy luce recuperado y desea regresar a la universidad para estudiar psicología o graduarse como maestro. Antes de que su riñón comenzara a deteriorarse, cursaba la ingeniería en Mecatrónica en las aulas del Tecnológico de Puebla.
“Quería volver a ver a mi hermano de pie, con color y cantando. Fue largo el proceso y sí tuve miedo por la cirugía pero hoy agradezco verlo bien”, expresó Paulina de 22 años luego de entrar a quirófano para que le quitaran uno de sus órganos.
“Él necesitaba de mí”, dijo visiblemente emocionada para después abrazar a su hermano ante la presencia de reporteros y fotógrafos que asistieron a una rueda de prensa realizada en el Hospital IMSS de San José para atestiguar su caso de éxito.
El jefe del Departamento Clínico de Trasplantes del IMSS, Michel Martínez López, informó que en 2017 se realizaron 122 trasplantes de riñón, de los cuales 22 fueron de donación cadavérica y el resto de donante vivo.
La cifra creció con relación a 2016 cuando sumaron 110 casos, y en lo que va de 2018 contabilizan 23 trasplantes con éxito de riñón.
El médico especialista destacó el porcentaje de supervivencia que es de 90 y reveló que actualmente hay mil 190 personas en lista de espera por un riñón. El paciente del IMSS Puebla con más tiempo de espera por este órgano es de 2008.
Mencionó que sólo el 30% de los pacientes pierde la vida durante el intento por encontrar a un donante y sólo 20% llega a quirófano con éxito. En cuanto al costo del procedimiento dijo que oscila entre 400 a 500 mil pesos.