Por: Dra. María Mayela Benavides Cortés
En México existen altas expectativas en la actividad turística, los diferentes planes de desarrollo, tanto nacionales como estales lo consideran como un factor importante para el progreso nacional, estatal, municipal y local, el estado de Hidalgo no es la excepción. El cual ha puesto la mira en resultar atractivo al turismo, ello por los ingresos y empleos que genera donde se desarrolla.
Las diferentes administraciones del estado hidalguense han sido conscientes de que se requiere recorrer todavía un camino para que a nivel estatal se pueda captar un número de turistas que resulte significativo y contribuya a una mayor derrama económica por localidad, municipio y estado.
Para este propósito resulta primordial efectuar estrategias que contribuyan a que el estado obtenga una mejor posición a nivel nacional en cuanto a ocupación hotelera, permanencia y derrama económica turística. Aspectos que el gobierno estatal busca fortalecer preponderando tanto el patrimonio natural como cultural.
Hidalgo tiene los atributos para estar mejor posicionado a nivel nacional dado que cuenta con un importante número de escenarios que resultan atractivos al turismo en diferentes rubros, como son los balnearios, los cuales engloban parques acuáticos alimentados por manantiales de agua termal o pozos.
Zonas de montaña, en donde existen campamentos, haciendas y casas rurales. La región conocida como Cuatro Elementos, que incluye varios municipios del centro oriente del Estado, en ella se realizan actividades asociadas con el aire, tierra, agua y fuego, y se puede practicar ecoturismo, turismo de aventura y rural. La Sierra Huasteca, propicia para practicar ecoturismo, destaca por su folklore, gastronomía y artesanías. Así como las haciendas de los siglos XVI al XIX, importantes por su manifestación cultural.
Además de esto tiene importantes atractivos a nivel nacional e internacional como es el balneario El Geiser, localizado en el municipio de Tecozautla, los Prismas Basálticos en Huasca, que es un salto de agua sobre una formación rocosa, entre otros, a los que se añade el Geoparque del estado de Hidalgo, declarado por la UNESCO en el presente año, conformado por áreas de ocho municipios de la zona de la montaña.
Además en tres de estos municipios, sus cabeceras municipales fueron reconocidas como Pueblos Mágicos por la Secretaría de Turismo. Uno de ellos es Huasca que fue el primer Pueblo Mágico del país, en 2001. Es un lugar hermoso, tranquilo y seguro, que está rodeado de sitios rústicos, en cada uno de ellos se pueden efectuar diferentes actividades como es acampar, pescar y/o comer trucha.
Como ex haciendas de beneficio de metales, San Miguel Regla y Santa María Regla, edificaciones históricas que funcionan como hoteles. En 2004, el segundo que fue nombrado Pueblo Mágico de Hidalgo es Real del Monte, su imagen urbana fue restaurada bajo las premisas de un proyecto académico de la Universidad Autónoma Metropolitana, años antes de que existiera el Programa Pueblos Mágicos. Sus atractivos están asociados a su historia minera, como son el Panteón Inglés y los diferentes museos sobre aspectos relacionados a la minería, así como la venta de platería.
El tercero del estado que fue incluido en 2011 como Pueblo Mágico, es Mineral del Chico. Desde hace varias décadas es visitado por turistas, para enmarcar sus atractivos se implementaron actividades ecoturísticas y recorridos culturales, así como mayor oferta de hospedaje, alimentación y artesanías.
En 2012, Huichapan se convirtió en el cuarto Pueblo Mágico de Hidalgo, destaca por su historia relacionada con el movimiento de Independencia de México, cuenta con un museo alusivo a esta como a la primera conmemoración en la localidad en 1812 del Grito de Independencia. Tecozautla fue incorporado como Pueblo Mágico en 2015, está presente en el imaginario regional por sus balnearios, algunos de ellos con aguas termales, por la cantidad de agua que posee cuenta con una importante cantidad de tierras de riego en el estado.
Los cinco Pueblos Mágicos de Hidalgo conservan tradiciones como son fiestas religiosas y culturales que contribuyen a su realce y a atraer visitantes. Autoridades estatales y municipales, el Comité de Pueblo Mágico respectivo y sus residentes son creativos en desarrollar actividades que fortalezcan el turismo en cada uno de sus respectivos pueblos.