A lo largo del desarrollo de la fiesta brava en el mundo, han existido serios percances que han acabado con la vida de cientos de toreros y novilleros tras haber sido heridos gravemente por los toros.

La falta de servicios médicos especializados en cualquier plaza de las llamadas de tercera categoría, ha sepultado –en ocasiones–, las posibilidades de sobrevivir a una cornada de trágicas consecuencias.

Sin embargo, con el paso del tiempo y a partir de la necesidad de ofrecer servicios médicos oportunos y de calidad a los toreros, la medicina se ha ido especializando para convertir a la cirugía taurina en uno de los aspectos más importantes para el desarrollo de la fiesta.

El médico Jorge Uribe Camacho, es uno de los representantes de mayor trayectoria en la cirugía taurina en el país y actualmente es presidente del capítulo México de la Asociación Internacional de Cirugía Taurina.

En entrevista para La Otra Fiesta, Jorge Uribe Camacho relata parte de las vivencias que ha tenido como actor importante de los servicios médicos de La Plaza México, así como su participación en otras plazas del país.

 Jorge Uribe, ángel guardián de toreros¿Cómo inicia su trayectoria como médico taurino?

“Yo inicio en diciembre 1976 siendo ayudante del doctor Xavier Campos Licastro en La Plaza México, pero desde antes crecí dentro de la plaza. Mi padre era taquillero en la plaza y yo crecí ahí, me gusto en algún momento la fiesta y le hice un poco al toro como novillero pero fue debut y despedida, alguien me dijo que yo no servía para torero, y es cuando surge mi gusto por la medicina”.

¿A 40 años, qué le ha tocado ver en la fiesta brava?

“La cornada más grave que tuvimos que operar con el doctor Xavier Campos Licastro fue la de Fernando de los Reyes ‘El Callao’, fue una cornada que inició a nivel inguinal y se fue hasta el corazón, en su trayecto lastimó intestinos, diafragma, pulmón y corazón. Lo peor es que no había servicio médico porque fue en una ganadería.

También me tocó vivir muy de cerca la tragedia de Rodolfo Rodríguez “El Pana”, gracias a dios fallece porque si no, hubiera terminado con una complicación muy severa. Dios también es torero y protege a sus hijos de esa forma y él afortunadamente acabó en buenos términos después de una lesión medular”.

¿Qué otros toreros han pasado por sus manos?

“Prácticamente todos, Antonio Lomelín, Mariano Ramos, Jorge Gutiérrez, Eloy Cavazos, la lista es larga”.

¿Qué relación tiene con los toreros?

“La relación primero es de amistad, y segundo es un amor al toro y a la fiesta, eso te hace tenerle amor al individuo que se viste de luces o de subalterno semana con semana, tratas de ayudar a que el sufrimiento no sea tan prolongado y que regrese pronto a la parte activa”.

¿Ha logrado salvar vidas?

“Yo creo que sí, de una u otra forma sí me ha tocado salvar vidas. Una lesión muy importante fue la de Atanasio González, que no fue de toro. También con los forcados he tenido lesionados graves y esto ha hecho que uno se vaya especializando, tratando de conocer más de lo que no sabemos y de innovar con nuevas ideas de los jóvenes, aprender de ellos y que ellos aprenda de nosotros”.

Jorge Uribe, ángel guardián de toreros¿Cuáles son las plazas que usted definiría como como las mejor equipadas y preparadas?

“Definitivamente Aguascalientes y Guadalajara. No nos debemos preocupar por las plazas grandes porque tienen al menos un médico que atienda a los toreros, debemos preocuparnos por las plazas donde no hay servicios médicos, es ahí donde realmente debemos de poner atención.

Pero en las plazas pequeñas yo les he dicho a los matadores y novilleros que si no ven un servicio médico adecuado, no partan plaza. Es triste llegar a un servicio médico en una corrida donde sólo hay una ambulancia y no hay un médico especialista”.

En la actualidad, de acuerdo al médico Jorge Uribe Camacho, los toreros han perdido la capacidad de nombrar y llevar sus propios servicios médicos preparados para cualquier contingencia.

Esta tarea, aceptó, ha sido trasladada a los empresarios que, por lo regular, no cuentan con un seguro de gastos médicos y contratan el servicio más barato para una plaza de toros.

“El torero con su famosa frase de que ‘no pasa nada’ no tiene la preocupación de acercarse a una ambulancia para ver si tiene gasolina. Debemos obligar a los empresarios a que compren un seguro de gastos médicos.

Si el torero tiene la precaución de que el empresario compre seguro y al representante del torero le entregan la copia del seguro, él tiene la certeza de poder entrar a cualquier hospital y tener atención más rápida. El empresario nunca pierde, ellos dicen que pierden pero vemos que cada semana siguen dando empresa”.

¿Qué llamado le haría a las nuevas generaciones?

“Primero a los compañeros médicos jóvenes les diría que no vayan a una plaza de toros porque los manda el municipio, o porque son amigos del empresario, o de un torero. El burladero de la plaza es el lugar más inadecuado para lucirse, el médico no sabe que lesión vamos a tener.

Hay una frase muy importante que un médico de España dijo, “el cirujano taurino, va a lo inesperado’, no sabemos qué lesión vamos a encontrar, podemos tener una hermosa cornada de primera categoría, en una plaza de tercera categoría, no hay enemigo pequeño, hasta el becerro más pequeño da cornadas severas y los médicos debemos llevar todo lo que no vamos a ocupar.”Jorge Uribe, ángel guardián de toreros

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