Ante la situación económica por la que atraviesa el país y el incremento constante de la canasta básica, bienes y servicios, se requiere una actualización urgente del salario mínimo general en el país, ya que este tendría que aumentarse 4.7 veces más para que a la familia de un trabajador pueda cubrir las necesidades reales con una cantidad mensual de 11 mil 291 pesos, coincidieron centrales obreras en Tlaxcala como la CTM, CROC y CROM principalmente.
Apenas se sobrevive con el salario mínimo en México, el poder adquisitivo de la clase trabajadora se ha perdido hasta en un 70 por ciento, pues con 80.04 pesos no se pueden adquirir los productos o servicios de la canasta básica, situación que afecta desde hace poco más de 30 años, señaló el secretario general de la Confederación Revolucionaria Obrero Mexicana (CROM) en Tlaxcala, Enrique García Peregrina.
Al iniciarse el segundo semestre de 2017, el líder de los trabajadores se pronunció porque se decrete un salario emergente ante incrementos en productos y servicios, “antes había aumentos de emergencia, cuando había crisis como ahorita la hay, y hoy todo está mal nadie vive en la opulencia”.
Reconoció que los salarios que reciben los trabajadores son bajos y sin prestaciones en algunos casos, sin embargo, el gobierno se ha apoderado de diversas circunstancias y nadie protesta “el gobierno tienen el control, se ha metido en algunos sindicatos y se nos ha quitado fuerza, yo lo lamento mucho porque eso nos afecta a todos el país”.
En este mismo sentido, el asesor jurídico de la Confederación de Trabajadores de México, Víctor López Hernández, manifestó tajante que “el salario es mínimo en México es paupérrimo, degradante, humillante y nada acorde a la realidad y muerto desde hace muchos años y sin los principios que confiere la ley”.
Independientemente de buscar las mejoras salariales, como central obrera expuso que simplemente se han buscado otros mecanismos para mejorar las condiciones de ingreso de los trabajadores y buscar bonos de productividad, capacitación e inyectar algunas cláusulas en los contratos colectivos de trabajo para que se logren “estímulos”, para hacer mejor su trabajo y “ganar” más.
Aunado a la implementación de escalafones inteligentes y de confiabilidad que se coordinan con otros sobre el tiempo que llevan trabajando, sin que esto resuelva las necesidades de quienes realizan la producción en el estado y el país, reconoció.
El secretario general de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), Justino Hernández Xolocotzi, expuso sobre los salarios en México, “somos el país donde se paga el peor salario mínimo, por eso la gente quiere migrar a los Estados Unidos o irse a donde la mano de obra es mejor pagada y lo hacen por hora no por día, aquí lo que ganas en un día trabajado en el país vecino lo pagan en una horas por eso todo mundo se quiere ir, pero ahorita está difícil por la llegada de Trump”.
El representante de trabajadores expuso que cada día, las negociaciones son más difícil y por ello, se busca que los incrementos salariales sean mayores para que la clase obrera tenga “lo mínimo indispensable, pero sabemos que no se resuelven las necesidades”, aceptó.
De acuerdo a datos de Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), el salario mínimo general es el más bajo de la OCDE y de América Latina, por lo que incrementar el salario mínimo general es el primer paso para romper la inercia de la contención salarial que redujo el 72 por ciento del poder adquisitivo desde hace décadas, especialmente en los trabajadores más pobres, además de que es el tercero más bajo de la región en América Latina, de apenas 129 dólares mensuales.
¿Qué indica la ley en México?
El artículo 90 de la Ley Federal del Trabajo (LFT), dice que: “satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos”, esto implica satisfacer el costo de la canasta alimentaria y no alimentaria para todos los integrantes del hogar, a partir de los ingresos labores generados por los integrantes ocupados de las familias.
La confederación patronal considera el que salario mínimo debe cubrir al menos el costo de la canasta alimentaria y no alimentaria urbana, pero la realidad es otra e indica que el salario mínimo general no es suficiente para que un trabajador alcance la línea de bienestar establecida por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) en los 92.72 diarios, y mucho menos pueda ser sostén de algún otro miembro de su familia.
De acuerdo al Coneval, debido a los bajos salarios, 7 de cada 10 personas en el país tienen un ingreso laboral inferior al costo de la canasta básica familiar, de tal forma que una de cada cuatro familias se encuentra en pobreza si su ingreso es inferior a los 11 mil 291 pesos.
Incluso esta instancia federal, el Coneval reconocen que el salario mínimo de 80.04 pesos, que sumados dan 2 mil 401 pesos al mes, es muy bajo, por lo que hay margen de poder incrementarlo, sin embargo, las políticas públicas se frenan y simplemente esto no es efectivo.
Para abril de 2017, el salario mínimo cubre el 86.2 por ciento del ingreso necesario para satisfacer las necesidades del trabajador, esto es el mayor nivel en poder adquisitivo que se ha tenido desde 1982.
El presidente del Centro Empresarial Tlaxcala (CET), Carlos Gutiérrez Carrillo, expuso que desde hace tiempo la Coparmex, ha propuesto impulsar una política salarial con visión de mediano y largo plazo que coloque a México a nivel competitivo y ha hecho un llamado para trabajar en una política salarial que permita alcanzar para el año 2030, un salario mínimo general suficiente para quede de 1.7 y dos personas ocupadas logren satisfacer las necesidades.
Incluso dijo que ya existe una propuesta ante la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) y un estudio técnico para impulsar un cambio de enfoque en la política salarial, la cual busca establecer una meta de convergencia hacia el 2030 del Salario Mínimo General (SMG), para situarlo en un rango de entre 162.35 y 194.68 pesos diarios, en valores constantes, lo que permitirá cubrir al 100 por ciento el ingreso necesario para satisfacer las necesidades del trabajador y su familia.
Lo anterior, sin duda es urgente por lo que diversos sectores se han pronunciado por que se revise y se realice una modificación del salario mínimo general, para pasar de los 80.04 pesos actuales a 92 pesos con 70 centavos y separar la negociación que año con año se lleva para revisar los salarios mínimos entre noviembre y diciembre.
Es de recordar que en 2016, la Conasami aprobó fortalecer el SMG fijándolo a 80.04 pesos a partir del 1 de enero 2017, lo cual fue un hecho histórico, mejorando un aumento porcentual del 3.9 por ciento, y un aumento nominal de 4 pesos, pero esto aún no logra cubrir las necesidades básicas del trabajador, tal como se comprueba con Guadalupe Hernández, madre soltera que ofrece dulces en la capital del estado y que reprocha al gobierno la falta de oportunidades para las mujeres. (Accedió a platicar con nosotros, pero no permitió que la fotografiáramos).
“Diario vengo al centro a vender mis dulces para lograr sacar a mi niña adelante, (la lleva en su carriola) porque el gobierno no dice que para las mujeres no hay oportunidades, ofrezco dulces y los vendo para sacar dinero y comprar la leche de mi hija, pero aquí la gente hasta se burla de mí”, expuso molesta, pero nos compartió que logra –cuando le va bien- hasta 200 pesos. Sin embargo, como ella existen cientos de personas que simplemente subsisten.
El poder adquisitivo de los trabajadores asalariados que perciben un salario mínimo general, para que éste se cumpla no debe repercutirse en los precios de los bienes y servicios que consumen las familias en las que existe por lo menos un trabajador de salario mínimo general, por lo que se hace un atento exhorto a la industria, el comercio y los servicios a que apoyen el logro de este objetivo.
Los Salarios Mínimos Profesionales en 2017, de acuerdo con la tabla salarial enfoca 59 profesiones, oficios y trabajos especiales, donde el pago que se marca simplemente no corresponde con la realidad, mientras un dependiente de mostrador gana los 96 pesos con 24 centavos, un oficial de albañil, tiene estipulado un salario de 110 pesos con 64 centavos.
Tan solo el kilo de frijol, se encuentra en el mercado de entre los 25 a 35 y hasta cuarenta pesos, el kilogramo de tortilla de 12 a 15 pesos, el huevo de 22 a 26 pesos el kilogramos; por solo mencionar estos tres productos suman más de 60 pesos, aunado a la compra de Gas doméstico LP, el pago de energía eléctrica y otros servicios como el agua y hasta la telefonía y el cable en algunos hogares.
Con esos recursos se puede comprar la canasta alimentaria y no alimentaria. De acuerdo con la institución el costo de la alimentaria tiene un valor de mil 371.66 pesos; ésta canasta incluye carnes, leche, quesos, huevos, aceite, frutas, azúcares, alimentos preparados, bebidas no alcohólicas, entre otros.
En tanto que la no alimentaria tiene un costo de mil 414.79 pesos, incluidos el transporte, limpieza, cuidados de la casa, cuidados personales, educación, comunicaciones, servicios para vehículos y vivienda, prendas de vestir, calzado y accesorios.
En conjunto ambas canastas arrojan un valor de dos mil 786.45 pesos por persona. Si consideramos que un hogar está compuesto por cuatro integrantes, el valor del bienestar mínimo debe ser 11 mil 146.
Dichas cifras revelan que muchos de los trabajadores del país no ganan lo suficiente para cubrir los gastos mínimos.
Con esto se revela que las familias que se encuentren por debajo de este nivel de ingreso se puede considerar que están en situación de pobreza, si es que se retoman las cifras oficiales del Coneval, 46 por ciento de la población se encontraba en pobreza en 2014, mientras que para el presente año 2017, las cosas no han cambiado.
En el pasado mes de junio, la inflación mantuvo su tendencia al alza y en el nivel más alto en los últimos ocho años, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), llegando a los 6. 53 por ciento y ante el desarrollo de las circunstancias se observa que podría haber una tasa del 6.35 por ciento en agosto y del 5.57 por ciento anual, lo que pondrían en aprietos a la clase trabajadora.
Ante esa situación, la delegada de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), Viviana Barbosa Bonola, indicó que las autoridades federales y estatales tienen el reto de mejorar los salarios de los trabajadores en la entidad.
Luego de reconocer que las cifras de generación de empleos es de las mejores del país, con casi 5 mil empleos con seguridad social, “el siguiente reto es mejorar los sueldos y salarios, me queda clarísimo, eso será con posterioridad, es algo que no tenemos que descuidar, creo que hemos marcado el paso y el ritmo, ahora no hay que perderlo, va a ser un reto, va a ser un desafío, seguir ofertando estos trabajos”.
Cabe mencionar que los sectores han coincidido en que la capacitación es indispensable para que quienes buscan una fuente laboral, al presentarse frente al solicitante, cuenten con más herramientas para poder incorporarse a las empresas que cada vez exigen mayor preparación.
