Entrar al Museo Universitario de Arte Contemporáneo -MUAC- es entrar a un mundo de reflexión y participación continua, es sentir y vivir el arte, es divertirse, es conocer. En este museo no es necesario “entender” o “comprender” el arte contemporáneo desde la teoría, porque el arte contemporáneo, el buen arte contemporáneo me refiero, es un arte vivo, un arte que necesita del espectador para suceder. En muchas de las exposiciones el público debe participar, jugar o involucrarse con las obras para activarlas, pues este recinto ha hecho del credo dadaísta su misión: “el arte lo hacemos todos”.
El MUAC está ubicado en la Ciudad de México en el Centro Cultural Universitario dentro de CU. Este museo fue inaugurado el 27 de noviembre de 2008 e inmediatamente, se convirtió en uno de los mejores espacios para el arte del país. Fue diseñado por el ahora fallecido arquitecto y pintor Teodoro González de León, uno de los más importantes artistas del México moderno y que entre sus obras se encuentran el Museo Tamayo, la Universidad Pedagógica Nacional o la remodelación del Auditorio Nacional.
La realización del MUAC fue concebida de manera integral, es decir, fue pensado específicamente para ser museo y resguardar la colección de la UNAM. Dicha colección consta de 1,406 obras, todas ellas realizadas a partir de 1952 y producida por artistas de diferentes nacionalidades como Richard Long, Robert Morris, Gabriel Orozco o Francis Alÿs por ejemplo.
Además el MUAC cuenta con 4 colecciones asociadas. El recinto contiene entre sus muros nueve salas de exposición y un espacio para experimentación sonora. También alberga una librería que ofrece una cantidad impresionante de publicaciones sobre arte y los servicios comunes de un museo (restaurant, baños, oficinas, etc.). El costo de la entrada es de solo 40 pesos y con credencial de estudiante, se reduce al 50 por ciento de este precio. ¡Menos de la mitad de lo que nos costaría entrar a cualquier cine!
Otra de las características de este museo, es su amplitud para albergar exposiciones, actualmente por ejemplo, podemos apreciar 5 diferentes muestras de arte de muy distintos temas. Por un lado se presenta la exposición “Kindergarden” del artista alemán Gregor Schneider.
La obra explora el espacio. Para entrar debemos hacerlo por un tubo de drenaje que nos conduce a un dormitorio. Al salir de este, encontramos un lugar oscuro, con muchas puertas, cada una de ellas, nos lleva a diferentes lugares que bien podría ser cualquier espacio dentro de una casa común y corriente.
Un baño o un garaje por ejemplo. Más adelante podemos elegir a que otra exposición entrar. Podemos hacerlo a la de la artista Jill Magid titulada: “Una carta siempre llega a su destino”. Obra que cuestiona a las instituciones que resguardan el acervo de un artista fallecido. O podríamos ver la expo del intelectual argentino Oscar Masota en “La teoría como acción” o la del grupo artístico sudamericano Camell Colective o la muestra de artistas de la colección del MUAC “Reverberaciones” con piezas que colindan entre la experimentación sonora y las artes visuales.
Mención aparte merece el espacio reservado para el arte sonoro, en el que podemos disfrutar del sentido del oído a través de una multiplicidad de experiencias auditivas que siempre nos llevan a explotar con la imaginación.
El MUAC es un gran museo y siempre es una grata experiencia visitarlo, este recinto ha hecho del arte otra manera para salir a disfrutar y divertirnos con nuestros amigos o familiares, nada le pide a un centro de espectáculos, un cine o un antro, es un lugar estupendo para introducirse el arte contemporáneo, tener una experiencia estética y con ello, salir siendo otra persona.
