La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) recibe en promedio tres denuncias a la semana, por el cambio ilegal de tarjetas de débito a los adultos mayores por parte de desconocidos en los cajeros automáticos para retirar su dinero, reveló el subdelegado, Edgar Carvajal Espino.

En entrevista, puntualizó que esto se ha convertido en un problema y peor aún va en aumento en los últimos meses en la entidad tlaxcalteca, ya que acuden a esta institución a presentar sus quejas de personas de la tercera edad a quienes les cambiaron las tarjetas al momento de acudir a retirar dinero en efectivo a los cajeros automáticos.

Ante esto, exhortó a las personas de la tercera edad no acudir solas a los cajeros automáticos o que vayan a las instituciones bancarias en los horarios de servicio, pues es lamentable que ocurran estas acciones.

Detalló la forma en la que operan “hay personas que cambian al adulto la tarjeta original por otra mientras supuestamente lo ayudan a retirar su dinero del cajero automático, por lo que al teclear el NIP se bloquea porque no corresponde a la tarjeta original, de manera que después de varios intentos el adulto se retira y la otra persona ya tiene la tarjeta y el NIP para disponer del dinero del afectado y si tiene más dinero, va y compra en las tiendas hasta vaciar la tarjeta, entonces es una problemática que se está dando mucho, tenemos dos o tres casos a la semana de eso”.

Ahondó que este tipo de quejas se resuelven en el Instituto de Defensoría Pública porque no se logran conciliar con el banco, quien plantea que la disposición del dinero fue con la tarjeta original y el NIP correspondiente, que son los dos elementos que toma en cuenta.

Mencionó que los montos que retiran aquellos que cambian las tarjetas a los adultos mayores varían, la Condusef en Tlaxcala tiene una queja por 98 mil pesos y otra más en la que se realizaron tres transferencias por 30 mil pesos cada una.

“Los montos varían dependiendo del ahorro del adulto mayor y más o menos son de 5 mil a 100 mil pesos, porque incluso con las tarjetas de débito, ahí en los cajeros, muchas personas de la tercera edad tienen como créditos preasignados, entonces disponen del crédito y sí tenían 20, jalan 50 y ya tienen 70 mil y el robo es mayor y como se trata de personas asalariadas, el banco les da una línea de crédito y ya disponen cuando lo requieran, pero aquellos que cambian las tarjetas, aplica el crédito y a la persona aparte de que le roban su dinero, ahora tiene que pagar un crédito”, concluyó.

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