El más reciente caso de una chica asesinada ha conmocionado a la opinión y pública y tiene saturadas las redes sociales, una muchacha que salió a divertirse con sus amigos pero que tuvo la mala idea de viajar sola en un taxi al rayar el alba.
El chofer vio la ocasión de su vida para poder aprovecharse de la situación, por lo que decidió no bajarla en su domicilio, ya que curiosamente llegaron hasta las puertas de su casa, según los reportes que han brindado las autoridades, sino que se la llevó a un motel donde terminó con la vida de esta chica para después proceder a deshacerse del cuerpo.
Con justa indignación amigos, familiares y público en general reclaman justicia y seguridad en las calles, aunque nada es suficiente después de pasar por un dolor semejante, pues la seguridad y la justicia deben ser preventivas, para evitar que llegue a ocurrir un suceso semejante donde nada podrá resarcir una muerte.
Es un hecho que las autoridades deben hacer su labor y deben mejorarla, nadie debe a estar sujeto a los caprichos de una mente criminal y una persona de esta calaña no es justo que pueda obtener un puesto que facilite sus bajos instintos, dado el caso del chofer de Cabify.
Pero, en mi opinión, antes que el sistema de justicia y de gobierno, aún hay un renglón donde se puede actuar para evitar este tipo de lastres y es el hogar, nuestro entorno familiar es donde aprendemos la base de todo lo que seremos después, aprendemos a dar nuestros primeros pasos, a decir nuestras primeras palabras, también asimilamos como relacionarnos con los demás, aprendemos y nos deben enseñar desde pequeños, lo que es dar y recibir respeto.
Recientemente se ha hablado de valores, es hora de poner atención en este punto y retomar todo aquello que llegamos a considerar como arcaico, como pasado de moda o cosa de abuelitos, para que como padres pasemos a ser más activos en la educación de nuestros hijos, y a forjar un entorno familiar sólido, donde los hombres tengan claro que su condición genérica no los hace superiores a nadie, ni les da derecho a disponer de nada, mucho menos de nadie, solo por ser hombre.
Y a su vez, las mujeres, no solo por ser mujeres las coloca en un nivel inferior al hombre o en el grado de sus sirvientas, deben aprender que tienen los mismos derechos y obligaciones ante todo el mundo, y que las cosas se construyen en pareja, con mucho amor y respeto, pero eso es en la casa donde lo aprendemos o donde nos lo deben inculcar.
De verdad, se debe voltear hacia el interior y darle el valor que merece a la familia, y a la comunicación que debe existir entre sus miembros en la formación de adultos y ciudadanos con fuertes convicciones, solidarios y centrados, nada que ver con aquella persona que después de haber cometido una grave fechoría voltea a la cámara del motel al salir, con total desfachatez y prueba de su desvergüenza e invalidez como persona.
Tecnología
Es importante reconocer que la tecnología para resolver este caso fue determinante y muestra de que bien utilizada puede servir para el beneficio en muchos quehaceres del ser humano, aunque solo haya sido para repartir culpas.
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