Busca Tizatlán edificar santuario de Niños MártiresEl próximo 15 de octubre el estado de Tlaxcala estará en los ojos del catolicismo mundial por la canonización de los Niños Mártires, Cristóbal, Antonio y Juan, a cargo del Papa Francisco en El Vaticano.

A partir del anuncio, los fieles católicos tlaxcaltecas han realizado diversas muestras de fe y entusiasmo porque tres nuevos y próximos santos tuvieron su origen en esta tierra.

Sin embargo, reviste especial importancia para la comunidad de Tizatlán, perteneciente al municipio de Tlaxcala, la canonización de dos de los próximos santos: Antonio y Juan.

Ambos fueron oriundos de esa comunidad que también representa el tercer señorío de lo que era la Antigua República de Tlaxcallan, por lo que de acuerdo al presidente de comunidad, Alejandro Sarmiento Padilla, el ambiente es inmejorable de cara a ese acontecimiento religioso.

Y es que para la comunidad de Tizatlán, la próxima canonización de los tres Niños Mártires no solo significa la oportunidad de ubicarse en un lugar de privilegio a partir de la historia que representan los dos niños originarios de esa tierra, sino de incentivar el desarrollo de la región a partir de sus atractivos turísticos.

Busca Tizatlán edificar santuario de Niños MártiresTizatlán dona terreno para santuario

Si bien la canonización de los niños mártires de Tlaxcala se realizará el próximo 15 de octubre, las autoridades de comunidad advierten que para ello hay que cumplir ciertos requisitos ante El Vaticano.

Uno de ellos y quizás el más importante es que a partir de la canonización, en el estado de Tlaxcala debe existir un santuario dedicado a los tres Niños Mártires que pueda albergar a los visitantes que lleguen durante las celebraciones religiosas dedicadas a los santos.

No obstante que actualmente existe uno en la comunidad de Atlihuetzía, por sus condiciones éste no será suficiente para dar cabida a los fieles católicos que pudiera concentrar.

Ante ello, el presidente de comunidad en Tizatlán, Alejandro Sarmiento Padilla, dio a conocer que ya existe un proyecto que de concretarse, estaría edificado en predio de ocho hectáreas y media aproximadamente, ubicado en el conocido Cerro del Ostol en la misma localidad.

“Ese espacio se está donado por la población para que ahí se pueda construir el santuario. Es una propuesta que estamos haciendo y la queremos hacer llegar al obispo para que nos tome en cuenta en el sentido de que Tizatlán está en toda la disposición de aportar ese terreno y también en la cooperación de la gente para hacer realidad que el santuario quede en nuestra comunidad.”

Presumen atractivos turísticos

Además de la donación del predio por parte de la comunidad, la población observa como un área de oportunidad el acto religioso, con base en las múltiples tradiciones y atractivos turísticos que Tizatlán tiene para ofrecer a los visitantes.

“Además de conocer el santuario, pueden visitar nuestra zona arqueológica, la capilla abierta donde fue bautizado Xicohténcatl que es del siglo XVI, nuestra iglesia que es del siglo XIX construida con piedra de cantera negra.

Otro atractivo que tenemos es la ‘cola del caballo’ una cascada natural donde surge el agua en medio de dos barrancas.

También tenemos el jardín botánico que es lo que también el turista debe conocer cuando viene a Tizatlán. Realmente somos afortunados en muchos aspectos porque además en la gastronomía contamos con el tradicional pipián de pepita”.

No sólo eso, el presidente de comunidad presume que una de las máximas representaciones artísticas de las manos de artesanos de Tizatlán son los tallados en madera, como máscaras de huehue, la juguetería y los tradicionales bastones de mando que se han entregado hasta a presidentes de la República.

A partir de la iniciativa de construir en Tizatlán el santuario de los Niños Mártires, las autoridades han implementado una serie de acciones que puedan elevar la posibilidad de que el espacio pueda concretar su instalación en el Cerro del Ostol, una atractiva zona natural desde donde se puede observar un amplio valle del estado de Tlaxcala.

“Ya hicimos un levantamiento topográfico y ya tenemos las constancias de posesión porque son terrenos de la comunidad. Entregaremos al obispo de Tlaxcala nuestra documentación y plantearemos que Tizatlán está en la mejor disposición  para la construcción del santuario”.

Hasta el momento, las autoridades de esa comunidad tlaxcalteca han sostenido tres reuniones con representantes del municipio de Tlaxcala capital y con la Secretaría de Turismo del gobierno del estado, con el afán de exponer los avances que de manera independiente ha realizado la población en conjunto con sus representantes.

Incluso, el presidente Alejandro Sarmiento Padilla no descarta reunirse con el gobernador de Tlaxcala, Marco Antonio Mena Rodríguez, para poder exponer el proyecto y de ser posible, acceder al apoyo del Estado.

Y es que al ser un compromiso de infraestructura religiosa, la comunidad requerirá de un presupuesto importante para su edificación, monto que de acuerdo al presidente auxiliar, aún no se tiene definido.

“No tenemos todavía montos porque primero debemos saber de qué consta el proyecto, tendrá que ser una inversión de varios entes. En lo que respecta a infraestructura carretera estamos contemplando más o menos un kilómetro de camino, actualmente ya tenemos trazados los caminos pero tendríamos que colocar asfalto, banquetas y guarniciones”.

Busca Tizatlán edificar santuario de Niños Mártires—¿Cómo ha tomado la gente de Tizatlán el anuncio de la canonización?

—“La gente está contenta y entusiasmada, está participando porque están haciendo su cooperación, desde ahí vemos el ánimo de la población. Para el cinco de noviembre se está organizando la primera misa con los niños ya convertidos en santos y se espera la visita de alrededor de 5 mil personas”.

Iglesia a favor de Tizatlán

Para el padre Jaime Martínez Pérez, rector de la iglesia de Tizatlán, la edificación del santuario no sólo es necesaria sino trascendental para alcanzar el objetivo de que la comunidad pueda convertirse en referente turístico de la capital del estado.

“Hay otros lugares en los que pudiera quedar el santuario, aunque el sentir común de muchos fieles católicos y también de los más cercanos a nosotros es este, que se edifique en el predio que la comunidad ya donó para tal fin”.

El presbítero señaló en entrevista para Síntesis, que si bien no existe un plazo definido por El Vaticano para poder edificar el santuario, es un hecho que el espacio tendrá que habilitarse para poder concretar los requisitos que establece la Santa Sede al momento de realizar un proceso de canonización.

Actualmente en la avenida Juárez, principal arteria de esa comunidad, existe una capilla dedicada precisamente a los tres Niños Mártires y que se logró edificar gracias a la donación de un predio. El espacio es pequeño y no podrá fungir como santuario de los próximos santos, de ahí la necesidad de que se construya otro con mayor capacidad de recepción.

“Aún no tenemos la información concreta porque esta decisión viene desde Roma, el santo padre Francisco es el que determina qué es lo que procede. Para mí sería un gran privilegio que sea en la comunidad de Tizatlán.”

Hermandad Tizatlán-Atlihuetzía-Cuautinchán

Pese a todas las acciones que la presidencia de comunidad y la iglesia han realizado a manera de preparación para lo que será la ceremonia del próximo 15 de octubre, los requisitos no concluyen ahí.

José Rubén Ávila Flores es presidente del comité organizador de las celebraciones en honor de los Niños Mártires, y expone que el procedimiento conlleva otro tipo de aspectos.

Por ejemplo, uno de los que también representó especial importancia fue recuperar la hermandad con la población de Cuautinchán, Puebla, debido a que fue en ese lugar en donde los dos niños de Tizatlán fueron asesinados a consecuencia de contribuir en las labores de evangelización.

“Es una población entre Tecali de Herrera y Valsequillo, en Puebla que es donde mataron a Antonio y Juan. La gente de allá estuvo con nosotros el pasado 14 de septiembre en un rosario y en ese sentido estamos trabajando para recuperar la hermandad entre Atlihuetzía, Cuautinchán y Tizatlán”.

No sólo eso, como parte de los requisitos posterior a la canonización establece El Vaticano, resalta una prueba física que la Santa Sede requiere como testimonio de la existencia de los santos.

“Roma pide que si el cuerpo del santo ya fue estudiado y está presente, se debe llevar una parte, pero como ya no lo hay, nos piden una reliquia que tampoco tenemos. En este caso se va a extraer tierra virgen de Atlihuetzía, Tizatlán y Cuautinchán para presentarla al Papa Francisco, en Roma, una parte de la tierra se queda allá y otra regresa”.

Una vez canonizados en El Vaticano, el comité organizador tiene lista una celebración eucarística para el cinco de noviembre que revestirá especial importancia para la comunidad de Tizatlán, pues será la primera vez en la que se rinda culto a los Niños Mártires ya como santos de la región tlaxcalteca.

Tizatlán es una tierra de tradiciones y atractivos que ya espera con ansia la veneración de sus santos, es un lugar que vive al máximo sus costumbres religiosas y en donde la ciudadanía colabora en afán de lograr sus anhelos religiosos.

 

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