El consumo en exceso de alcohol y tabaco son problemas que reconoce la Organización Mundial de la Salud (OMS) como adicciones, mismas que han generado alarma por la alta incidencia que existe en el país y en Tlaxcala.
Aunque está debidamente normada la venta de bebidas alcohólicas a menores de edad, las fiestas patronales son actividades que pasan por alto esas disposiciones y permiten el expendio y hasta consumo en exceso, en algunos casos, de esos productos.
Y es que incluso en el consumo global de bebidas en el estado al igual que todos los municipios del país, es visible la accesibilidad a la sustancia (alcohol), pues es más fácil conseguir productos gaseosos o cervezas en un refrigerador que agua en un municipio.
La percepción de riesgo baja en relación al abuso del alcohol porque la población sigue sin tener claro que el abuso es una fase pre mórbida a la enfermedad, es decir, todavía las y los jóvenes, las personas que viven en zonas rurales asumen que alcoholismo es asociado a una persona que está tirada en la calle, que ya no trabaja y no tienen la conciencia que es una enfermedad.
La normalización del abuso, la baja percepción de riesgo y la exacerbada accesibilidad ha generado que el 59.9 por ciento de los adolescentes de entre 10-19 años hayan experimentado alguna vez con el alcohol con una copa o dos a pesar de ser un delito venderles.
El artículo 220 de la Ley General de Salud Federal
“En ningún caso y de ninguna forma se podrán expender o suministrar bebidas alcohólicas a menores de edad. La violación a esta disposición será equiparable con el delito de Corrupción de personas menores de dieciocho años de edad o de personas que no tienen capacidad para comprender el significado del hecho o de personas que no tienen capacidad para resistirlo”.
Sin embargo, no se hace cumplir la norma pues es común ver como en tiendas, bares y antros, la venta se hace de forma indiscriminada a los menores, y peor aún en fiestas familiares, los padres inducen a los menores al consumo sin saber que eso puede interpretarse como un delito.
Lo anterior, ha llevado a que el 16.5 por ciento de los jóvenes (17.7 por ciento en masculinos y el 15.3 por ciento e mujeres) hayan abusado del alcohol, según el Inegi, en 2014, donde dio cuenta que se obtienen los datos más actuales de jóvenes en etapa escolar.
“Este abuso está asociado a factores de riesgo psicosocial que van en daño o perjuicio de su salud física, emocional familiar y social (conductas de riesgo psicosocial)”, indicó el Coordinador Estatal de Salud Mental y Adicción de la Secretaría de Salud, Óscar Acosta Castillo.
Alcohol detonante de suicidios
Las conductas asociadas al alcohol son los accidentes viales, que se posiciona como la primera causa de muerte en las personas de esa edad, casi el 30 por ciento está asociado al consumo excesivo del alcohol, pero que además está asociado a la segunda causa de muerte en el estado de Tlaxcala que son los suicidios.
Esto tiene relación, porque de acuerdo con términos médicos y psicológicos, el alcohol es un depresor del sistema nervioso central y “si uno abusa del alcohol se inhibe el juicio, se inhibe la capacidad para tomar decisiones asertivas y se potencializa la impulsividad, entonces es muy común encontrar en jóvenes que tuvieron intentos de suicidio”, explicó.
Incluso por cada suicidio consumado hay 20 intentos, situación que indica en los intentos de suicidio como factor detonante estuvo el alcohol, -no que esa sea la causa-, las causas son diversas pero el alcohol es un factor detonante sobre todo en hombres.
Las cifras también revelan que casi el 4.2 por ciento de la población de quinto y sexto grado de primaria ha abusado de alcohol y “normalmente esto no sucede en las tiendas, sino sucede en la familia, es un tema cultural, la accesibilidad pronta, la baja percepción de riesgo que se tiene, la cultura del abuso que tenemos que cambiar”, consideró.
Al año una persona consume 5.5 litros de alcohol netos y además se puede decir que tiene la adicción cuando ingiere más de cinco copas sin ingerir alimentos durante una hora, de acuerdo a los términos médicos.
Las adicciones serán una política pública estatal del actual titular del Poder Ejecutivo, Marco Antonio Mena Rodríguez, que en breve se va a poner en marcha.
Un delito, la venta a menores
Aunque el problema se vive porque no existe una percepción de que la venta de alcohol a menores en un delito, pues esta cuestión se presenta principalmente en cada municipio porque no han sido vigilados, orientados, pero sobre todo sancionados por la Secretaría de Salud (SESA) y la Coeprist.
Pese a lo anterior, existen programas gubernamentales como Conduce sin Alcohol, donde se capacita a policías y enfermeras para que legal y técnicamente apliquen el alcoholímetro con lo que se compromete a los ayuntamientos para que se instalen los Consejos Municipales Contra las Adicciones (Comca), que a la fecha solo existen 15.
La autoridad del Sector Salud, reconoce la buena voluntad de los municipios, sin embargo, el problema es que muchos no actúan, por ello, “se creó un proyecto para que las acciones que se van a echar a andar sea una política pública obligatoria en todo el estado, el gobierno nos volteó a ver y le pareció importante”.
Y es que existe una preocupación porque las adicciones al alcohol y al tabaco, vayan en aumento, debido a que Tlaxcala está ubicado en medio de estados que ya se vieron rebasados por el consumo de sustancias legales e ilegales (Puebla, Estado de México, Veracruz, Hidalgo), quienes ya tienen que hacer otras acciones para reducción de daños.
Propuesta del gobernador
La propuesta que hará el gobernador Mena, es lo que va a potencializar en su administración, pues cero tolerancia en consumo de alcohol en la vía pública (en breve se hará el anuncio oficial), debido a que las principales denuncias asociadas a las llamadas al 911 que es robo a casa habitación, violencia en la calle, faltas administrativas, violencia familiar, robo a transeúnte y vehículo siempre se asocia al alcohol que generalmente tiene una persona que ataca, que violenta.
De ahí que se vea como un foco de alarma que “el equipo de futbol esté tomando abusivamente en la esquina porque ahí ellos pueden violentar a sus mujeres, pueden golpearse, hacer un atraco, lo ven como un foco rojo o simplemente pueden manejar y chocar y si los retiramos de la vía pública, se retiran a su casa, se evitarían problemas de salud, pero también problemas sociales”, dijo Acosta Castillo.
El uso de tabaco
En cuanto al tabaco, por lo menos el 9.5 por ciento de niños de quinto y sexto grado de primaria han consumido alguna vez el tabaco a pesar de ser un delito grave, pues esas sustancias están clasificadas como droga dura, que causa un nivel de adicción alto, sobre todo si se inicia un consumo temprano.
“Es una sustancia que mata a 118 personas al día en México, si uno se queja por los homicidios, volteen a ver el consumo del tabaco y por su clasificación química se clasifica como estimulante, es una droga legal que genera un número de muertes importantes. Por eso es un delito venderle esa sustancia un joven, es muy probable que alcance su vida de joven a adulto dependiendo de una sustancia que le va a restar en promedio ocho años de vida que el resto de la población”, comentó.
Cabe mencionar que el tabaco es la sustancia más cara del mundo, pues tiene un Impuesto al Valor Agregado (IVA) de 170 por ciento en el mundo, mientras que en México, es de 168 por ciento más caro, pero que además genera más muertes en el mundo y el gasto al erario es cuantioso, pese a diversas campañas incluidas las que aparecen en los pictogramas de las cajetillas de cigarros.
Las autoridades reconocen que eso ha generado un cambio de cultura, “pero aun así la falta de sensibilidad y vigilancia ha generado que los jóvenes tengan esa accesibilidad al tabaco y aunque el 10.4 por ciento de los jóvenes han llegado a probar alguna sustancia ilegal, sigue siendo la mariguana la sustancia ilegal que tiene mayor experimentación, esto está muy por debajo de la media nacional en jóvenes y también muy por debajo de la media nacional en adultos, en estos el 1.6 por ciento ha consumido alguna sustancia ilegal, porque en Tlaxcala no hay una oferta masiva de las sustancias”, ahondó.
Para esto, dijo Óscar Acosta, el Instituto Tlaxcalteca de la Juventud (ITJ), generará brigadas de jóvenes para cinco municipios de 500 jóvenes que ya están capacitándose y contribuirán con más actividades.
Acciones de prevención
Se busca controlar y vigilar, pues más de 79 mil jóvenes al año participan en acciones de prevención mediante las siete Unidades de Especialidad en el estado, cuatro Unidades de Atención Especial Primaria de las Adicciones, dos Centro Integral de Salud Mental y Atención de Adicciones (Cismaa), donde se cuenta con psicólogos, trabajadores sociales, médicos siquiatras y un Centro de Integración Juvenil (CIJ).
Y es que de las 174 unidades de la SESA que detectan alcohol, tabaco y otras drogas, hay 150 grupos de hora y media de AA que están aliados con el sector salud.
En Tlaxcala, existen Centros de Rehabilitación que no pertenecen a la estructura de hora y media sino que son asociaciones civiles, actualmente contabilizan a 21, que son vigilados y capacitados por SESA y Coeprist, atendiendo en promedio de 40 a 55 internos, aunque de los 21 solo diez están acreditados, los demás están solventando las observaciones que tienen que cumplir.
También existen 15 coaliciones comunitarias contra las adicciones, (son personas que muchas veces pertenecen a algún culto o hasta vecinos de patronatos que fueron capacitados y que apoyan entregando información).
Actualmente la SESA tiene más de 12 mil consultas de primera vez en las unidades para la atención de las adicciones, de primera vez, eso se multiplica como consultas altas.
Buscan no solo prevenir, sino atender y controlar las adicciones en la entidad para vigilar y certificar espacios 100 por ciento libres de humo de tabaco y también se atenderá estrictamente la vigilancia en tienditas, bares y chelerías para que “no se le venda alcohol a menores”.