El pasado jueves dos de noviembre en una de las corridas más representativas del calendario taurino tlaxcalteca, un buen número de aficionados a la fiesta brava se sintió robado. La escasa presencia de los ejemplares que llevó la ganadería queretana de Xajay, dejó mucho que desear.

Para no variar, la importancia que debería tener la plaza de toros Jorge Aguilar “El Ranchero” quedó reducida a cenizas con la anovillada corrida del ganadero Javier Sordo quien se dio coba como el sólo guarecido en el burladero de ganaderos junto a la puerta de toriles.

Incluso, uno de los instantes más bochornosos que se vivieron durante la tarde del dos de noviembre fue cuando el apizaquense Sergio Flores acudió precisamente a brindarle uno de sus tres toros.

Como era de esperarse, la silbatina fue generalizada en contra del propietario de Xajay que no tuvo más que recibir tímidamente la montera del torero de Apizaco, aunque el brindis que buscaba reconocer al personaje, se convirtió en un despropósito ante el rechazo popular.

“Toro chico, fiesta chica” gritó algún ingenioso en el tendido y con razón por demás justificada. Tlaxcala que ha presumido a lo largo de estos años ser una de las sedes con mayor cultura taurina del país, no puede ofrecer este tipo de espectáculos.

Dónde quedaron ganaderías como Piedras Negras, Tenexac, o De Haro, en las corridas importantes de nuestra tierra. Ganaderías tlaxcaltecas que han sido reducidas a festejos poco atractivos en provincia e incluso en plazas portátiles.

El jueves saliendo de la corrida escuché comentarios de todo tipo, la mayoría de personas enfadadas por el pobre espectáculo que se dio. El cartel con el mano a mano entre Sergio Flores y Sebastián Castella prometía para ser la mejor corrida de feria, pero no fue así.

Eso sí, como suele ocurrir en estos casos, la empresa promete encierros bien presentados, rescatar la esencia de la fiesta con el toro con edad, espectáculos de calidad, pero como siempre, solo ellos y sus paleros improvisados de voceros se la creen, se dan coba pues.

En fin, ya veremos cómo pintan las próximas dos corridas del once y 18 de noviembre. La del próximo sábado, una tercia con el español Domingo López Chávez, Jerónimo y José Luis Angelino con seis toros de La Soledad.

Y el cerrojazo de feria con Pablo Hermoso de Mendoza, que en México suele lidiar novillos con medios cuernos, y un mano a mano a pie con Uriel Moreno “El Zapata” y Gerardo Rivera con seis de Rancho Seco.

Tradicionales tiendas públicas

El próximo martes siete de noviembre a las cuatro de la tarde comenzarán las tradicionales tientas públicas en el lienzo charro del Recinto Ferial, con la presencia de diversos matadores de toros y novilleros haciendo las labores camperas.

El serial lo integran ganaderías tlaxcaltecas e inicia las actividades la dehesa de Reyes Huerta y José María Arturo Huerta.

Las tientas se desarrollarán en el periodo comprendido del siete al 17 de noviembre, exceptuando actividades los días once, doce y trece del mismo mes.

Además de la que abrirá las labores de tienda, se presentarán las ganaderías de Atlanga, La Gasca, José Rodríguez, Rancho Seco, Santo Tomás, La Soledad, Juan Huerta, Vicencio, Tenexac, De Haro, Piedras Negras y Zacatepec y Felipe González.

Las tientas son gratuitas y ya forman parte de las actividades taurinas más identificadas entre la población que acude al recinto ferial y que ya sea por curiosidad o por afición, siempre se meten a observar lo que ocurre en ese escenario dedicado a la charrería, pero listo para recibir a la más bella de todas las fiestas.

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