La presidente de Gasolineros Unidos de los Estados de Puebla y Tlaxcala (GUEPT), Luz María Jiménez Almazán, señaló que 2017 ha sido un año difícil por las bajas ventas que han tenido ante la comercialización ilegal de combustible, pues no se ha atacado el problema.
“Ha sido un año muy difícil, en general la tendencia ha sido a la baja, cada vez se vende menos en las estaciones de servicio y mucho de este fenómeno tiene que ver con la venta ilegal de combustible”, indicó.
En entrevista, comentó que de no atacarse este flagelo, en 2018 el problema incrementará al doble, aunado a que el alto precio del combustible hace que las personas racionalicen su uso y privilegien gastos en otros renglones que apremian el presupuesto familiar, lo que hace que se sacrifique parte de ese gasto “para destinarlo a otras cosas más urgentes”.
La representante de los gasolineros, expuso que el cierre de año, no será de grandes ventas aunque confió en que haya una pequeña recuperación, ante la movilidad de flujo económico por la entrega de los aguinaldos y las prestaciones de fin de año que generan movimiento.
Otra problemática que enfrentan los empresarios es que Petróleos Mexicanos no cumple con surtir los pedidos, lo que ocasiona que haya escases de las gasolinas Magna y Premium, “pediríamos que Pemex cumpla con entregarnos producto porque la realidad es que vivimos una constante escases prácticamente permanente y tenemos que estar rogando a Pemex que nos surta”.
Jiménez Almazán, indicó que están preocupados porque pese a que existen varias marcas operando en el país, es Pemex quien sigue abasteciendo a otros establecimientos lo que origina que el problema no se resuelve de ningún modo.
Derivado de esto dijo que están explorando varias opciones, pero no deja de ser un cuello de botella, por lo que, las grandes petroleras tienen en sus planes a corto plazo importar su propio producto.
Prevé que para 2018, luego que la Comisión Reguladora de Energía (CRE) otorgó permisos de importación hace tres meses, ya llegó el primer buque de diésel de un privado que en el siguiente año estará importando los tres productos (Magna, Premium y Diésel), lo que de alguna manera va a servir para diversificar las fuentes de abastecimiento con que cuentan ante la “incapacidad” de Pemex de satisfacer las necesidades de los empresarios y usuarios.
