Hemos concluido un ciclo y comenzamos un nuevo año con nuevas energías y con muchos proyectos por hacer, espero que para todos sea de paz, prosperidad y salud, además de que sus buenos deseos sean cumplidos.

Y ya que hablamos de buenos deseos, debemos recordar que este año es electoral, se encuentra sobre la mesa la decisión de quién será nuestro próximo presidente de la República Mexicana y debemos dejar atrás basar esa importante decisión en la simpatía o en los colores del partido, más bien debemos centrarnos en la capacidad que nos muestren los aspirantes, en sus propuestas, y no sólo para elegir al presidente, sino para cualquier puesto de elección popular.

Los aspirantes al cargo, por su parte, nos deben mostrar toda su capacidad y experiencia, ya que se trata no sólo de ganar una contienda, sino de dirigir los destinos de un país, del bienestar de millones de mexicanos situación que en los últimos años pareciera que se ha dejado de lado para proceder a culpar de los altos costos de la vida a la situación mundial, olvidando que se encuentran ahí para mantener el barco a flote.

Y es que solo basta con echar una mirada a las cifras para darnos cuenta de lo mucho que han sufrido los costos de los productos e insumos, claro que deben de subir, eso se entiende, con el paso del tiempo todo tiende a incrementar su costo (menos los salarios, obvio), pero eso de que un billete de a 500 pesos apenas alcance para comprar un tanque de gas, es una barbaridad.

Y aún más inverosímil que una comisión que supuestamente debe estar encargada de defender el salario, permita que se encuentre francamente a un nivel más bajo que el suelo; claro, se trata de mantener el salario “mínimo”, y nosotros pensando en la defensa de nuestros derechos, ya la credulidad fue por nuestra cuenta.

En fin, que los precios van cuesta arriba y los salarios van exactamente en el sentido opuesto, y los buenos deseos radican en que, nosotros como electores, sepamos decidir por aquellas personas que puedan mantener el equilibrio y la capacidad para no dejar de trabajar por aquello que sea mejor para nuestro país, que a pesar del poder que puedan tener en sus manos, no pierdan el enfoque de que ese poder es para hacer las cosas, no para robar a manos llenas. Yo confío en que mientras nuestro país mejore en todos los ámbitos, también mejorará la calidad de vida de las personas y se reducirán los niveles delincuenciales en nuestro sufrido país.

¡Feliz año 2018!

Retroalimenta: malo_en@hotmail.com

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