Consagrado como uno de los periodistas más influyentes en todo el país en la prensa taurina y deportiva, Heriberto Murrieta Cantú, ha forjado su carrera con base en el profesionalismo y seriedad que aporta a su actividad, aspectos que lo delatan en cada texto, narración y programas televisivos en los que participa.
Con más de tres décadas en diferentes medios de comunicación, el famoso “Joven Murrieta” –bautizado así por el maestro de periodistas Jacobo Zabludovsky–, ha plasmado en cada tarea periodística lo que debe ser la noble labor de informar con amenidad, riqueza en el lenguaje y sobre todo con responsabilidad.
La Otra Fiesta del Periódico Síntesis, charló en exclusiva con Heriberto Murrieta, quien desde los años ochenta se ha convertido en difusor permanente de la actividad taurina.
Sus aficiones tanto a los deportes como a los toros, le han permitido lidiar por nota cada tarea encomendada, ya sea en la televisión o en la radio, pero también en la prensa y en los libros que ha escrito lo mismo taurinos, que de personajes de la cultura popular mexicana.
¿Qué tan complicado fue compaginar el tema taurino con el deportivo?
“No ha sido difícil porque empecé casi al mismo tiempo en las dos cosas, primero en el futbol y meses después en los toros. Es importante compaginarlo porque son actividades paralelas y finalmente es periodismo. Además de que van de la mano mis aficiones al futbol, al box, al béisbol, al Jai alai y desde luego a los toros”.
A lo largo de más 30 años de trayectoria periodística, Heriberto Murrieta puede presumir de haber entrevistado a personajes que marcaron época en México no sólo en el ambiente taurino, sino en la literatura y la cinematografía.
“Siempre he querido ampliar mi horizonte de entrevistador, y he podido entrevistar a personajes muy variados que no necesariamente son deportistas o toreros. Entre ellos a María Félix, Juan José Arreola, José José, y Chabelo”.
Sus experiencias en el periodismo y la amenidad para compartirlas, son una invitación a prolongar la charla. Para él, no todo hubiera sido sencillo, si el fogueo que tuvo desde sus inicios con cronistas y periodistas de la talla de Fernando Marcos, Ángel Fernández, Jorge Sony Alarcón, y desde luego, Jacobo Zabludovsky, no lo hubieran encaminado a recoger los mejores ejemplos, pero eso sí, adoptar un estilo propio que lo ha caracterizado desde 1984.
Sin duda, el tema taurino es uno en los que más ha destacado, y a lo largo de su trayectoria tiene experiencias enriquecedoras periodísticamente con toreros de la añorada época romántica.
Eran otros tiempos y los recuerda a la perfección, “tuve la fortuna de convivir con muchos toreros de la vieja guardia, como Silverio, Capetillo, El Calesero, Jesús Córdoba, El Pana, y no me ha costado trabajo entrevistarlos porque basta con hacer preguntas para obtener respuestas, conocer al personaje y saber qué se le puede cuestionar para que diga algo nuevo, diferente o que no se conozca”.
¿Se extrañan esas figuras de antaño que aportaban periodísticamente?
“Se ha ido perdiendo la personalidad, los toreros son personajes extraordinarios en la actualidad pero ya están un poco difuminados en medio de un universo de espectáculos, y cosas de la vida diaria como las redes sociales. Se ha perdido un poco del romanticismo que tenían personajes de antaño. Aunque eso no pasa con todos. Hay toreros como Morante o José Tomás, o como El Payo que tienen personalidad”.
Cuestionado sobre la realidad que observa en la fiesta de los toros moderna, Heriberto no es pesimista y advierte que se trata de una actividad que si bien ha tenido merma en los últimos años, aún hay quienes desean impulsarla y enaltecer su significado.
“Trato de ser optimista porque me apasiona y no quisiera que se acabara nunca porque además de que soy aficionado me quedaría sin trabajo. Sí hay una crisis permanente en la fiesta, pero confío en que pueda durar muchos años más y que lejos de terminar con nuestras tradiciones las fomentemos”.
