Cada año, las familias católicas conmemoran la cuaresma, período de cuarenta y seis días, desde el miércoles de ceniza hasta la víspera del domingo de resurrección, en el cual algunas iglesias preceptúan ciertos días de ayuno y penitencia en memoria de los cuarenta días que ayunó Jesús en el desierto.
Es tradición que en esta temporada no se consuma carne roja, de cerdo y hasta de pollo, por lo que en un recorrido en el mercado de la ciudad capital, preguntamos a los comerciantes, cómo les va en esta temporada de cuaresma.
Por su parte, el presidente del gremio de tablajeros, Cosme Hernández, comentó que las ventas han bajado de un 30 hasta un 40 por ciento en esta temporada, “personalmente aquí sí han bajado las ventas, ya no es tanto lo que bajan las ventas pero sí disminuyen en esta temporada”.
En otro local de carne sondeado, el comerciante coincidió que en las carnicerías han bajado las ventas hasta un 30 por ciento, de igual manera, comentó que el más consumido es el bistec “por lo regular en temporada de calor lo que más consumen es el bistec y la carne para caldos casi no la compran por lo mismo del calor”.
Cabe hacer mención que el precio promedio del kilogramo de bistec, oscila entre los 94 y 96 pesos y el bistec de puerco 120 pesos.
Ahí mismo, en las pollerías, Miriam Briones mencionó que la venta de pollo ha bajado de igual manera un 40 por ciento aproximadamente, “en comparación con otros años las ventas sí se han visto afectadas por la crisis y además, el precio del pollo ha aumentado demasiado”.
Las mismas respuestas se obtuvieron en otros locales de pollo, este sector atribuye principalmente las bajas ventas al incremento en el precio del pollo, esto aunado a la cuaresma, cabe destacar que el precio del pollo entero, oscila entre los 38 y 41 pesos.
Ya en el sector de los pescaderos, en general comentaron que este no ha sido un buen año para su sector comercial, pues los precios se han disparado este año, además de la dura competencia que libran con los centros comerciales.
De igual manera, opinaron que en la actualidad la gente ya no sigue la tradición de la cuaresma y comen cualquier cosa o para lo que les alcanza, incluso perciben que las pollerías venden más que ellos.
