Las mujeres a través de la historia se han sumado a pesar de diferencias raciales, lingüísticas, culturales y hasta económicas, para celebrar su día, una celebración internacional que rebasa ya los 90 años, en donde las mujeres han luchado en pro de la igualdad, la justicia, la paz y el desarrollo.
La idea de un Día Internacional de la Mujer surgió al final del siglo XIX, que fue, en el mundo industrializado, un período de expansión y turbulencia, crecimiento fulgurante de la población e ideologías radicales.
Tlaxcala no es la excepción, pues se suma a los festejos en torno a las mujeres tlaxcaltecas y en Síntesis no nos quedamos atrás, por eso platicamos con Midaly Leal, quien se desempeña actualmente como funcionaria pública en el DIF estatal.
Mujer, sinónimo de poder
Ella, en una de sus etapas fue atleta paralímpica y llegó a representar a Tlaxcala y a México en competencias de talla internacional, “es un tema muy bonito, una etapa de mi vida que me dio formación, mucha independencia y me hizo crecer”.
Día a día creciendo
Ahora Midaly vive en su etapa de mujer trabajadora, quien se levanta muy temprano para alistarse y salir a trabajar como la mayoría de las mujeres lo hace en la actualidad, “Me empiezo a preparar desde las cinco de la mañana para poder ir a trabajar, mi horario de entrada es a las ocho de la mañana”, con mucho ánimo, comenta que su compromiso en el trabajo es grande y siempre tiene ganas de integrarse al equipo de trabajo para aportar lo mejor posible.
Además de trabajar, Midaly comparte su vida con Pablo, su esposo, “Después de trabajar viene la parte familiar, con el hogar y con uno mismo, no hay que descuidarse en la salud, en los alimentos, debemos cuidarnos”.
¿Es difícil ser mujer en Tlaxcala?
Cuesta un poco todavía la integración, existe aún cierto rechazo de la población masculina hacia la feminidad, no hay esa integración al 100 por ciento, el machismo todavía se vive en diferentes aspectos, se puede ver desde el automovilista, si se topa con una mujer, dicen, ¡Ay tenía que ser mujer! Todavía nos hace falta un poquito más de cultura para estar integradas al 100”.
¿La equidad de género se cumple totalmente?
Faltan aspectos por cubrir, sí hay integración en diferentes rubros laborales, sin embargo, todavía no se han cubierto, la mujer necesita tener más presencia, más apertura.
Midaly considera que para el empoderamiento de la mujer, es necesario que se fortalezcan los conocimientos de la mujer y el autoestima para que ellas mismas sean su mejor versión, “Necesitamos conocimientos para ser auténticas, que nos la creamos que somos fuertes y capaces”.
De esta manera es como ella aprende, además del apoyo y apertura siempre constante de su familia.
Celebrando la vida
“Me gusta consentirme, hago yoga, le dedico de dos a tres horas a la semana para cuidar de mi salud y bienestar”.
Una de las etapas de vida de Midaly, fue el adentrarse al baile, disfrutar de los acordes y los ritmos que el lenguaje universal nos regala en cada melodía, “A través de la inclusión para las personas con discapacidad surge esta idea, el gusto por el baile me lleva al centro paralímpico donde conocí a la entrenadora nacional y un grupo de amigos con y sin discapacidad, nos empezamos a capacitar para preparar a más gente, así nació el grupo de baile sobre silla de ruedas”.
Esta actividad Midaly la desarrolló durante diez años en compañía de grandes personas, sin embargo, este proyecto terminó.
La inclusión
Hay muchos retos en cuestión de movilidad, falta mucha accesibilidad de transporte, de urbanización, pero Midaly se ha adaptado a las condiciones que Tlaxcala ofrece, “hay mucha falta de cultura, por ejemplo en los cajones de estacionamiento o en los cruces de semáforos”.
“No caería mal que hicieran rampas que no terminen en coladeras o rampas y que la autoridad regulara la colocación de estos accesos”.
Para finalizar, Midaly manda un mensaje a las mujeres “seamos más auténticas, más libres, no vivamos con estereotipos ni etiquetas, semas tal cual, no olvidemos que somos fuertes y merecemos dignidad y respeto y sobre todo amor propio”.
También comentó “para los hombres, den amor, ese amor que sea auténtico, den respeto y crean en nosotros, que no sea como favor, que sea algo auténtico porque en verdad lo merecemos”.
