Consolidado como uno de los negocios más reconocidos del estado de Tlaxcala con casi 22 años de vida, la Pastelería Rico ha posicionado su nombre en varios municipios gracias a la calidad que distingue a sus productos.
En entrevista para Síntesis, el representante de la empresa Juan Pablo Rico, recordó que hace más de dos décadas por iniciativa familiar nació Pastelería Rico con una única sucursal en la calle Moctezuma Sur 1116 de Apizaco, tienda que aún persiste y que es bien identificada por los apizaquenses.
“Iniciamos como un negocio familiar, mi mamá la señora Dolores Guadalupe Rico nos preparaba postres cuando éramos niños y a raíz de ahí llega un parteaguas en la vida laboral de mi papá y decidimos emprender el negocio de la pastelería”.
Juan Pablo Rico acepta que incursionar en los negocios fue en un principio una labor complicada a partir del mercado al que se enfrentaba, además de los obstáculos que llegó a sortear por parte de la competencia.
“En un principio costó trabajo en el sentido de que te acercas a pedir un consejo sobre dónde comprar utensilios, materia prima y a veces la gente no te dice, por eso cuando ya somos referencia para otras pastelerías, a mí me piden algún consejo y no tengo problema en orientar”.
El hecho de que comparta algún conocimiento no va a hacer que venda más o menos. El destino lo labramos cada uno de nosotros”.
La Pastelería Rico se ha consagrado como una empresa en la que intervienen cinco de los integrantes de la familia Rico, pues además de Juan Pablo, también intervienen sus padres y sus dos hermanas.
“Al principio cada uno de los cinco teníamos un papel importante, mi mamá y mis hermanas decoraban. Mi papá y yo repartíamos y a veces atendíamos, entonces así fue como comenzamos como una empresa familiar que aún persiste”.
Sin embargo, la más grande trascendencia que en una constante época de crisis ha alcanzado la Pastelería Rico, tiene que ver con la generación de empleos que ayudan a las familias tlaxcaltecas.
“Actualmente vivimos en una crisis en donde nos quejamos que no hay empleo, entonces contribuir con un granito de arena para generar fuentes de trabajado es satisfactorio para la familia y la empresa. Hay veces que nace uno con las ganas y ver un sueño materializado es una satisfacción, actualmente tenemos más de 60 empleos en las diferentes áreas, desde choferes, reposteros y empleados de mostrador”.
En la actualidad, el negocio cuenta con sucursales en los municipios de Apizaco, Tlaxcala, Santa Ana Chiautempan y la más reciente inaugurada en el municipio de Tlaxco, “en donde a pesar de que pensábamos que era un municipio y mercado pequeño, hemos tenido excelentes resultados”.
Juan Pablo Rico advierte que pese a que Tlaxcala aún evidencia un lento crecimiento económico, las circunstancias actuales permiten que la economía comience a tener mayores y mejores prestaciones.
“En el negocio de la pastelería hay muchas oportunidades, considero que como no hay monopolios o grandes empresas como en otros estados, nos ha permitido crear tendencia y cuando ya estás posicionado y pasaste la línea del gusto del cliente la competencia se vuelve uno mismo”.
Como parte de los objetivos que Pastelería Rico observa a corto y largo plazo, se ha trazado la meta de posicionarse como la pastelería más grande de la región.
“Quisiéramos brincar las barreras de nuestro territorio, empezar a crecer en otros estados y por qué no, llegar al rubro de las franquicias. Ser la pastelería más grande en calidad, sabor y dulzura para los paladares de mis clientes”.
A partir del éxito que ha tenido Pastelería Rico en Tlaxcala, Juan Pablo Rico agradece la preferencia de sus clientes, “y decirles que siempre vamos a tener el objetivo de la innovación, vamos a seguir profesionalizando y capacitándonos para que nos sigan dando la confianza de alegrar sus eventos”.
