El Centro de Reinserción Social (Cereso) de Apizaco llevó a cabo la representación de pasajes bíblicos como parte de la reflexión que la Pastoral Penitenciaria realiza de la Semana Santa, aspecto que busca generar reflexión entre las personas privadas de la libertad.
Fue al mediodía del jueves 29 de marzo cuando comenzaron las actividades en el patio central del Cereso de Apizaco, en donde amigos y familiares de los actores pudieron observar la escenificación de 24 pasajes bíblicos, principalmente aquellos protagonizados por Jesucristo.
Por segundo año consecutivo, ese papel fue interpretado por Alfredo N. de 38 años de edad, quien visiblemente agotado y golpeado se dio tiempo para atender a los medios de comunicación para escuchar sus impresiones.
Este año la cruz que cargó fue de 85 kilos, dio varias vueltas por la caliente plancha de asfalto que recubre el patio del lugar, y las llagas en su cuerpo eran evidentes tras los latigazos que recibió de unos pretorianos bien metidos en su papel.
Para él, la representación de Jesucristo no significa que pueda ofrecer un ejemplo a su familia, simplemente es el deseo de comunicar que con la fe de dios se pueden lograr grandes cosas.
Y así lo descubrió al momento de estar en la cruz, “el año anterior no sentí lo mismo, este año fue especial porque me entregué más al papel y fueron emociones encontradas”.
La pena que enfrenta aún es larga, tendrá que pasar quizás más viacrucis y otros más dolorosos que el que este mediodía de jueves santo protagonizó encarnando al papel más importante en escena.
Eso sí, la satisfacción de ver a su madre, esposa e hijas, lo colmó hasta las lágrimas en un momento que se guardó en el recuerdo cuando una de sus pequeñas lo abrazó tras haber descendido de la cruz todo maltrecho.
Alfredo N. no descarta que el próximo año vuelva a representar al papel principal en lo que será el 25 aniversario de este tipo de representaciones penitenciarias, aunque dependerá de múltiples aspectos.
Al final de la representación los internos pudieron convivir un momento con sus familias, intercambiar comentarios, bromear, comer juntos, y olvidarse aunque sea por un instante, de que no podrán salir de ahí en mucho tiempo.
Para la edición 24 del Viacrucis Penitenciario participaron 75 personas privadas de la libertad (PPL) y 39 actores externos del Grupo Teatral Mártires del Gólgota, quienes desarrollaron 24 pasajes bíblicos, desde “El Sanedrín” hasta la crucifixión de Jesús.
La población que alcanza actualmente el Cereso de Apizaco es de 360 personas, y para el Área Recreativa del penal es complicado que los internos puedan interesarse en los papeles bíblicos.
Su representante, Raúl Ordoñez Zárate, destacó en entrevista que la preparación conlleva de tres a cuatro meses, en donde reciben acompañamiento de la Pastoral Penitenciaria de la diócesis tlaxcalteca.
Sin embargo, aceptó que a partir de la implementación del nuevo sistema de justicia penal, hubo casos en la que los “actores” salieron en libertad, lo que obligó a improvisar papeles o bien, contar con poco tiempo para su preparación.
Para ello hay que cuidar los diálogos, vestuario, y hasta la música que se utilizará para la ocasión, a fin de que agrade al público, principalmente familiar, que acude a la puesta en escena.