Lo que muchos ciudadanos temíamos ha ocurrido, quise decir ha empezado a ocurrir, pero realmente deseo que no sea el comienzo de algo peor, deseo que se tomen cartas en el asunto y se combata con todo el crimen que se empieza a notar, sí está organizado en Tlaxcala.
Recientemente nos enteramos del caso de dos policías acribillados al intentar detener a un grupo de huachicoleros, personas dedicadas al robo y tráfico ilegal de hidrocarburos, ya desde hace un tiempo, se había mencionado de la existencia de estas personas en territorio estatal, pero siempre se ha manejado de que el problema es mínimo, que sólo están de tránsito.
Oficialmente, las autoridades han manejado que Tlaxcala es uno de los estados más seguros del país, que todos los hechos delictivos que suceden sólo son esporádicos, la excepción a la regla, yo sí creo que esto es una realidad, sin embargo, no tiene que ser un motivo para descuidar la seguridad pues nuestro territorio está expuesto como cualquier otro a que incursionen esta clase de grupos a operar, aunque esto debe ser una oportunidad para detectar aquellos puntos débiles que se deben reforzar, ya que, precisamente por no ocurrir cosas graves en esta materia, no se toman las previsiones necesarias.
Ya desde hace unos meses que se ha solicitado la comparecencia de los encargados de la seguridad ante el Congreso para que expliquen las medidas que se toman ante la ola de inseguridad (así se menciona) que se vive en el estado, yo creo que es el momento para dar explicaciones no sólo a los legisladores, sino a la ciudadanía en general, ya no por lo ocurrido, sino por las medidas a implementar para contrarrestar las actividades delictivas.
Ya había opinado acerca de este asunto en una pasada colaboración, que en Tlaxcala estamos acostumbrados a vivir en relativa tranquilidad, pues en relación a los hechos delictivos creíamos que ocurrían esporádicamente, al menos hasta hace unos años era así.
Por esta razón cuando llega a suceder un hecho fuera de lo cotidiano, fuera de la normalidad, se vuelve un escándalo y causa escozor entre todos los sectores de la población, comerciantes, transportistas, ciudadanos.
Pero ahora tenemos la percepción de que todo esto ocurre de forma más continua, que el orden preestablecido se está rompiendo. Es más común enterarnos de hechos delictivos en territorio estatal, robos en varias de sus modalidades, asesinatos, secuestros, los asaltos al tren es algo muy frecuente, y qué no decir de la trata de personas y desaparición de menores de edad.
Si hiciéramos un recuento puntual, descubriríamos que no podemos ser pretenciosos, por el contrario, hay que poner manos a la obra y dejar descansar la fachada de estado seguro y atacar con todo aquellos delitos que se están cometiendo
Hay que voltear a ver, por ejemplo, el robo en carreteras a camiones de carga, autobuses vehículos particulares, también ya roban a los pasajeros en el transporte público en corridas locales, hay muchos testigos que nos pueden informar de casos como estos.
De acuerdo a estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, han crecido los robos con violencia en el territorio estatal en 40 por ciento y el robo a camiones de carga se ha duplicado.
Se debe puntualizar, si es que hiciera falta, que estos hechos involucran asesinatos que han enlutado diversos hogares, en este último caso se trata de policías, la máxima figura de autoridad que debemos tener los ciudadanos, confiamos en que se reduzca esta percepción de inseguridad en las calles y que se noten las medidas que seguramente implementarán las autoridades.
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