La mañana del 13 de enero del año 2016, fue un miércoles nublado y con chubascos en gran parte del estado de Tlaxcala, en la casa de la familia Romero Tezmol ubicada en el barrio “El Cristo” en el municipio de San Pablo del Monte. La niña Karla Romero Tezmol se alistaba para asistir a su aula de sexto grado en la escuela primaria “Cuauhtémoc” a escasos 10 minutos a pie de su domicilio, salió como todos los días pero con la excepción de que ese día su hermano menor Rafa no tuvo clases y que su madre Olga se quedó al cuidado de su hermana menor “Xime” de escasos 9 meses de nacida, por lo que camino sola a la institución ese día.
El viacrucis comenzó cuando sus padres fueron informados que la menor nunca llegó a la escuela, ese miércoles por la mañana se convirtió en el último día que la familia supo del paradero de Karla.
A casi 2 años y medios de la desaparición de Karla, poco o casi nada se sabe de las pistas que puedan llevar a la localización de la menor de edad, el pasado 9 de abril fue su cumpleaños número catorce.
¿Pero quién es Karla?, ella es la mayor de 3 hermanos, sus Padres Iván Romero y Olga Tezmol, nacida en 2004 en el seno de una familia limitada económicamente pero no por ello distinta a la gran mayoría de familias tlaxcaltecas. Siempre fue muy tranquila, de pocos amigos; sólo los que tenía en la escuela, le gustaba mucho jugar después de clases con su hermano Rafa, veía televisión y escuchaba música como toda niña de su edad que se encuentra rayando en la adolescencia, pero si hay algo que no le gustaba a Karla era bailar, pues era una niña muy reservada y muy tímida que desde pequeña desarrollo su personalidad y sus profesores daban cuenta de ello, dicha tranquilad provocaba que tardará mucho en la realización de sus trabajos escolares, sin embargo siempre fue muy aplicada con sus responsabilidades académicas y solidaria con su hermano a la hora de realizar la tarea.
La vida de la familia Romero Tezmol dio un cambio radical desde aquel enero de 2016, por las mañanas se dejaron de preparar los habituales dos desayunos de los hermanos Romero, ahora el lunch para el colegio es sólo para uno, las medidas de seguridad a la hora de caminar por la calle cambiaron, durante seis meses el señor Iván falto al trabajo por realizar tareas de búsqueda, las primeras horas de la mañana y hasta que se anochecía doña Olga salía a buscar a la menor sin bocado alguno con la esperanza de encontrar pistas que dieran con Karla, tantas cosas han cambiado desde la desaparición de su hija, y entre ellas la manera de ver cómo se conduce la justicia en México y la falta de protocolos que se deben seguir para la búsqueda de menores reportados como desaparecidos.
Durante el proceso legal que ha seguido la familia, en estos poco más de dos años y de acuerdo a la versión de sus padres, se han detectado omisiones por parte de las autoridades encargadas del caso de Karla, pues relatan que desde el inicio la Procuraduría General del Estado de Tlaxcala no abrió ninguna averiguación previa, ni emitió la alerta Amber, sino hasta 21 días después del reporte de extravió de la menor.
Los videos proporcionados por cámaras de seguridad de negocios de las calles donde pudo ser sustraída fueron desechados por errores de las autoridades que solicitaron al dueño del local comercial un video que no correspondía a la fecha del hecho y que posteriormente fueron borrados de manera automática por el sistema de video vigilancia del establecimiento. La lenta actuación del cuerpo canino de rastreo de personas los cuales fueron llevados al lugar de los hechos hasta dos meses después en búsqueda de rastros de la menor, así como la información que proporcionó la familia sobre llamadas telefónicas anónimas que recibieron informando que la menor podría encontrarse en hoteles de la 14 Poniente en la ciudad de Puebla, donde posiblemente era explotada sexualmente, pero aparentemente la información fue filtrada y alertaron a los operadores del lugar por lo que el operativo fue frustrado, y la más reciente información que fue proporcionada a las autoridades de la sospecha de la participación de una familia oriunda de Tenancingo, Tlaxcala que podría estar involucrada en la desaparición de Karla; sin embargo a esta información poca importancia le dieron las autoridades judiciales.
Cuando desaparece mi hija me entero que soy la primera mamá en #Tlaxcala en alzar la voz por su búsqueda. #OlgaTezmol @dondeestakarla pic.twitter.com/rgv1gGRCDI
— Red Retoño (@redretono) 5 de julio de 2017
Karla Romero forma parte de las estadísticas que han dado a conocer expertos y organizaciones dedicadas al tema de la desaparición de personas en México, pues de los registros oficiales que se tienen hasta octubre de 2017, de las más de 33 mil personas desaparecidas en el país, poco más de 6 mil corresponden a menores de edad, es decir casi el 20 por ciento corresponde a niños, niñas y adolescentes.
Un problema social del que poco se habla y del que autoridades locales, estatales y federales poco hacen para detener el avance de estas estadísticas. Sin embargo para los familiares y amigos de Karla Romero Tezmol su desaparición es más que estadísticas, pues ella es un recuerdo, un anhelo y una esperanza por tener de vuelta a la hija, hermana y amiga que desde una fría mañana de enero no han vuelto a ver.
“Porque las desapariciones y los feminicidios NO SON CASOS AISLADOS”
A 2 años de su desaparición, seguimos preguntando #DondeEstaKarla, no pararemos de buscarla.
Les esperamos el sábado 13 de enero 14:00 horas Las Escalinatas «Los Heroes» en Tlaxcala, Tlaxcala. @dondeestakarla pic.twitter.com/rUs7yFZnHI
— Miriam Pascual (@PapalotlMaya) 11 de enero de 2018