Productores de maguey han logrado mejorar la calidad de sus plantaciones con el apoyo del Laboratorio Regional de Biodiversidad y Cultivo de Tejidos Vegetales de la Universidad Nacional Autónoma de México, quien los ha capacitado para que aprendan a producir la planta con semilla y ésta a su vez generarla de manera in vitro.

Laura Trejo Hernández, investigadora del laboratorio, destacó que como parte de este proyecto han logrado reconocer tres especies de maguey endémicas de Tlaxcala: salmiana, mapizaga y aplanata, las dos primeras utilizadas principalmente para la producción de pulque.

Indicó que esta planta conocida coloquialmente como el árbol de las maravillas tiene una relación cultural con el pueblo mesoamericano, ya que se sabe que es utilizada desde hace más de 10 mil años incluso antes de la domesticación del maíz.

“Sus usos van desde el tema gastronómico para preparar distintos platillos, también se extraen fibras textiles, además de que funciona como un ingeniero eco sistémico que ofrece polen a aves, murciélagos e insectos, evita la erosión del suelo por la captación de agua, tan es así que era y sigue siendo utilizado por campesinos para delimitar sus terrenos”, señaló.

En el continente americano, dijo, existen más de 200 especies de esta planta y tan solo el 75 por ciento se encuentra en México, aunque falta muchas más especies por reconocer, mismas que se encuentran en ambientes rurales.

La investigadora mencionó que algunos productores ya comienzan a percibir los resultados de esta forma de producción, que actualmente se realizaba extrayendo los hijuelos de las plantas adultas lo que genera que la diversidad genética sea baja, ya que los hijuelos son genéticamente iguales y ante cualquier cambio de clima o plaga, mueren todos.

Indicó que actualmente ofrecen talleres a productores de distintas regiones e incluso en Nanacamilpa ya tienen su propio laboratorio para realizar la producción in vitro que consiste en esterilizar y desinfectar superficialmente las semillas y después sembrarlas en frascos de vidrio que contienen medio de cultivo sólido y nutrientes que hacen que las semillas germinen en dos días, cuando este proceso puede tardar hasta tres meses, una vez que el agave alcanza una talla adecuada, se lleva al invernadero y posteriormente se planta.

Trejo Hernández extendió una invitación a los productores de agave para que se acerquen a este laboratorio ubicado en la Ex Fábrica de San Manuel, en San Miguel Contla y conozcan más acerca de este método de producción.

DEJA UNA RESPUESTA

Please enter your comment!
Please enter your name here