La Mala Educación

Hártate de Arte

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Hártate de Arte

En el ciclo escolar 2018-2019 seré profesor de secundaria y bachillerato en un colegio que oferta clases y servicios desde guardería hasta Universidad. Cuando me integré al Consejo Técnico para implementar el “nuevo modelo educativo”, de la felicidad pase al aburrimiento, luego al enojo para terminar en el cansancio y la desazón. El “nuevo modelo educativo” me mostró la triste realidad del adolescente mexicano. Su educación esta oscurecida por un montón, un gran monto mejor dicho, de papeles y formatos con palabras y más palabras que no dicen nada pero que hacen mucho bulto y que además se guardan en archiveros y estantes de metal. Papeles y palabras sin sentido educativo pero con estrategias de control, es decir, absurdos métodos de aburrida educación que terminaran siendo basura en algún camión recolector.

Desde niño he imaginado que las escuelas son como una fábrica de “Playmobil” que producen muñecos sin muchas diferencias. En esta limitada variedad de personajes siempre encontraremos al ingeniero con casco, chaleco amarillo o naranja y pensamiento matemático, al médico con bata blanca, estetoscopio, letra fea y preciso en sus palabras, el abogado de traje, peinadito y de derechas, y por allá, al fondo, el artista con paleta, pincel y el manual con los diez mandamientos para hacer pinturas bonitas. Las escuelas modernas, al contrario de lo que muchos piensan, alienan y alinean al ser humano para ser integrado sin problemas a una sociedad de “producción y consumo”. El sistema educativo en nuestro país no invita a la liberación intelectual, emocional o espiritual, al contrario, te burocratiza hasta la médula.

Para los organizadores de la educación mexicana, es decir, los políticos que estructuran los modelos para desarrollar las estrategia educativas, para ellos, la educación es burocracia, simple y llana burocracia. En este “nuevo modelo”, los profesores no son en realidad profesores, sino profesionales que estudiaron alguna licenciatura y que al no poder desarrollarse en ella, se han tenido que “comprometer” con la comunidad estudiantil educándola con más ganas que con estrategias pedagógicas. Estos profesionales que trabajan como profesores, deben seguir un mecanismo gubernamental que los hará no salirse del camino, pues tienen el deber de formar al nuevo integrante del sistema, la nación, el país.

La individualidad del alumno y la opinión del maestro no existen en el “nuevo modelo educativo”, debido, evidentemente, a que fue diseñado por políticos y no por educadores. Es decir, que el “nuevo modelo educativo” es otro problema burocrático más y de ninguna manera una fresca metodología del conocimiento o un proceso educativo acorde a los tiempos actuales. Para estos políticos diseñadores de la educación mexicana, la opinión del estudiante no es relevante, no debe ser tomada en cuenta, al estudiante siempre se le debe decir que hacer, que pensar, que sentir. Si, ándale, como en el 68.

Por cierto, y para finalizar y regresando a mi nueva experiencia como profe, en el Consejo Técnico también me percaté que en el “nuevo modelo educativo” el arte es la última materia, la menos importante, la que se pone solo como de pilón. En este modelo inventaron algo llamado “clubes” que es una especie de taller pero que no tiene un plan definido. Incluso cada escuela puede diseñar sus propios “clubes”. El “nuevo modelo educativo” sugiere algunos aspectos para tomar en cuenta respecto a estos “clubes” y entre ellas está la de “fomentar” la sensibilidad artística. Si, solo eso.

artodearte@gmail.com

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