La semana pasada se presentaron los carteles de “Tlaxcala, La Feria 2018” que para esta edición contará con la presencia de dos toreros españoles, y la mayoría serán de la tierra tlaxcalteca, entre los que destacan matadores consagrados y en el ocaso de su carrera, y otros que son llamados a ser la nueva sangre del toreo local.
Uno de los carteles que sin duda llamó la atención de los aficionados a los toros no sólo de Tlaxcala sino de los estados taurinos de nuestro país, fue el que promete ser un agarrón en el mano a mano entre el hidrocálido Joselito Adame y el tlaxcalteca, Sergio Flores.
La noticia quizás no sea esa, sino que el encuentro se dará con seis toros de la nada más y nada menos que legendaria ganadería de Piedras Negras que, desde ahí ya empieza bien.
El cartel ya había trascendido desde hace unas semanas en los mentideros taurinos, pero el pasado miércoles se confirmó.
La Otra Fiesta del Periódico Síntesis, charló al respecto y en exclusiva con el torero tlaxcalteca que acudió a la presentación de los carteles y que de inmediato robó atención de los presentes.
¿Cómo te sientes de ser anunciado en un cartel importante en Tlaxcala?
“Muy feliz, contento por estar en mi tierra, con mi gente y con un gran cartel en un mano a mano con toreros que están peleando el liderazgo del escalafón en México”.
¿Piedras Negras es una ganadería importante, qué representa torearla?
“Es una ganadería emblemática en el estado y en todo México, una ganadería fundadora en nuestro país, con tanta historia, tradición y estoy encantado de que pueda torear esta corrida”.
El cartel del 17 de noviembre a las cuatro y media de la tarde en la plaza de toros Jorge Aguilar “El Ranchero”, es quizás el más importante del serial taurino tlaxcalteca que justamente cerrará con ese festejo.
¿Cómo te vas a preparar para ese compromiso?
“Igual que en todos los compromisos que toreo, ninguno es más ni menos, siempre he estado en una constante preparación para los compromisos que surjan, estando en el rancho del apoderado preparándome y mentalizándome al cien por ciento”.
Sergio Flores ha aprovechado su inclusión en carteles importantes con figuras de trascendencia que, al conjuro de su nombre llevan gente a la plaza, pero el tlaxcalteca la hace suya, se roba las palmas y se encumbra como un torero importante.
Ya en otra ocasión sostuvieron un mano a mano. Fue en Mérida con un triunfo avasallador por parte del aguascalentense.
Sin embargo, arropado por su gente, en su plaza y en su feria, el de Apizaco, Sergio Flores seguramente saldrá a por todas en una tarde que promete instalarse como una de las más importantes de la feria de Tlaxcala.
Buenas perspectivas de cierre de 2018
El balance que hasta el momento tiene Sergio Flores en lo que respecta al escenario taurino ha sido positivo. Se ha posicionado en prácticamente todas las ferias importantes de México con éxitos en cada presentación.
El dinamismo propio de Flores, lo encumbró incluso en aquella tarde del doce de diciembre de 2017, en donde alternó ni más ni menos que con el misterio español de José Tomás.
¿Además de la feria de Tlaxcala, cómo cerrarás el 2018?
“Tengo bastantes carteles y fechas, ahora mismo tenemos un aproximado de ocho tardes y estoy emocionado de que todo esto vaya transcurriendo así. Aunque aún no termina el año, veo un balance bastante bueno e interesante en donde han pasado cosas buenas y duras, pero también otras más grandes e importantes”.
Sergio Flores es quizás el torero tlaxcalteca más representativo de nuestra baraja taurina. Recibió la alternativa hace seis años, el dos de septiembre de 2012 en Bayona, Francia en un cartel que tuvo como padrino a Julián López “El Juli” bajo el testimonio de Miguel Ángel Perera, con toros de El Tajo y la Reina.
En una de sus más recientes comparecencias, Sergio Flores toreó en Bayona, Francia, en donde logró cortar una oreja a un toro de la ganadería de Robert Margé.
Aquí parte de lo que se publicó el uno de septiembre en el diario El Mundo. Texto de Gonzalo I. Bienvenida.
“Una dura prueba supuso el segundo. La oreja de Flores fue fruto de su capacidad. El toro probó, se venció y soltó la cara con violencia. El mexicano buscó la colocación con aguerrida voluntad. La estocada fue a matar o morir. Se tiró encima. Un derrote a la altura de la rodilla desbarató el vestido pero no la imagen de torero macho dada por Flores.”