El estado de Tlaxcala posee una añeja y arraigada tradición titiritera que tiene como su representante más prolífico y conocido en este ámbito a la Gran Compañía de Autómatas Rosete Aranda, quienes tuvieron una exitosa compañía de títeres que dio giras por toda Latinoamérica y España en el siglo XIX.

Este aporte afortunadamente ha sido celosamente guardado y difundido por las autoridades estatales, para lo cual hace 33 años se creó el Festival Internacional de Títeres Rosete Aranda, al cual son invitados compañías del país y del mundo.

Con el mismo objetivo se creó el Museo Nacional del Títere en Huamantla único en su tipo en México fundado en 1991, que posee una amplia colección de títeres y muñecos de los hermanos Rosete Aranda, cuenta con ocho salas de Alemania, Francia, Italia, Indonesia y Pakistán, entre otros.

Estas marionetas cuentan la historia alrededor del mundo, según la zona geográfica en donde han surgido, y México no es la excepción, han sido desde figuras sagradas en Egipto, Indonesia, Teotihuacán, hasta juguetes, formaron parte de representaciones religiosas y políticas satíricas.

A la par de la evolución de nuestro país, han sufrido persecución, han sido marginados y tratados como transgresores, pero también han sabido integrarse a los vaivenes de los cambios culturales, transformando sus discursos de la misma forma en que se transforma el ámbito social.

En escena nos hacen vivir sus historias trágicas, cómicas, dramáticas o románticas, a la vez que han navegado por las diferentes condiciones sociales, de ser diversión de la gente de barrio en las afueras de las ciudades, hasta ser objeto de culto y refinamiento.

Los hermanos Aranda retomaron elementos de la cultura popular para crear pequeños espectáculos en atrios de iglesias, mesones, y corrales de comedias destinados a los títeres (Citru, INBA). La transformación social afectó su incipiente repertorio y estética, y elaboraron cuadros típicos mexicanos en los cuales se reproducían los hábitos del pueblo, costumbres, leyendas, anécdotas, sucesos políticos, históricos y sociales.

Usaron juegos de palabras característicos del lépero, el caló bajo del pueblo y la malicia pintoresca y estoica de los valedores, elementos que fueron estudiados para producir efectos cómicos en cuadros como La pelea de gallos, La corrida de toros, Los paseos de Santa Anita, La llorona, La recepción de un santo, Las 4 apariciones de la virgen de Guadalupe y entre otros.

En todas estas obras, los Aranda crearon muñecos, inspirados en los personajes de corte popular y nacidos de la cultura del pueblo, tales como chinas poblanas, borrachos, comerciantes, así como prototipos de imágenes religiosas: la virgen de Guadalupe y algunos santos.

Disfrutemos de este Festival Internacional de Títeres de Tlaxcala, que reflejan la identidad y es parte invaluable de la cultura de nuestro estado, pues nos da la oportunidad de ser parte de la evolución de la historia y de conocer, a través de este arte, la cultura de otros pueblos que nos traen los invitados nacionales e internacionales a este festín cultural.

Retroalimenta: malo_en@hotmail.com

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