Por enésima ocasión, vecinos de los fraccionamientos Girasoles y Villas Doña Marina del municipio de Tzompantepec, denunciaron altos índices de inseguridad provocados por la presencia de grupos delictivos que poco han sido atacados por las autoridades municipales.
A través de testimonios de vecinos que habitan en ambas zonas, se supo que las familias están azoradas por un grupo de delincuentes que ya se tienen identificados, pero a quienes las autoridades municipales poco han perseguido.
Y es que a decir de los inconformes con las estrategias de seguridad que ha implementado el alcalde Arturo Rivera Mora, desde inicios de año se hizo énfasis en la necesidad de reforzar la seguridad, aunque sólo se respondió una temporada.
De hecho, aseguran los inconformes que pidieron la gracia del anonimato, en agosto de este año se firmó una minuta con el gobierno de Arturo Rivera, para que se reforzara la seguridad en ambos fraccionamientos, aunque poco les duró el gusto, pues después de unas semanas la patrulla y el personal que se dispuso para el resguardo, dejó de tener presencia en el lugar.
Y es que si bien las autoridades municipales y estatales han presumido de reforzar los rondines de seguridad en los fraccionamientos y en pasos carreteros, en los hechos advierten que las autoridades de Tzompantepec se mantienen omisas ante la ola delincuencial.
Desde hace ya varios años, los vecinos de los fraccionamientos Girasoles y Villas Doña Marina, han acusado la presencia de grupos delictivos que se dedican al robo de casa habitación, robo de autopartes y asalto a transeúnte, sin embargo, pasan las administraciones y el fenómeno persiste.
No solo eso, a decir de los vecinos de esas unidades habitacionales –de las más concurridas en la zona conurbada con Apizaco–, el fenómeno de la ocupación ilegal de viviendas por parte de los conocidos paracaidistas es una de las constantes.
Incluso, no descartan la posibilidad de que la ocupación ilegal de viviendas esté auspiciada por autoridades municipales que han hecho, advierten, “oídos sordos” para evitar acciones legales en contra de los responsables de ese fenómeno.
Los vecinos de los dos fraccionamientos no descartaron la posibilidad de acudir ante instancias como la Secretaría de Gobierno, Comisión Estatal de Seguridad y la Gendarmería, para solicitar el reforzamiento de la seguridad en la región.