La coordinadora del gobierno federal electo en Tlaxcala, Lorena Cuéllar Cisneros, adelantó que será la sede que actualmente ocupa la Secretaría de Desarrollo social (Sedesol), desde donde estaría despachando la coordinación de delegaciones federales en el estado.
En entrevista, señaló que si bien aún no se ha definido la línea que seguirán los programas que hasta ahora operan las delegaciones federales, habrá un periodo de 180 días en los que habrá mayor claridad al respecto.
Al tiempo de confirmar que a partir del próximo dos de diciembre se integrará de lleno a sus labores como coordinadora desde la entidad tlaxcalteca, Lorena Cuéllar señaló que en su figura como diputada federal aún participará en la sesión de toma de protesta del presidente electo Andrés Manuel López Obrador del próximo sábado en el Congreso.
Luego de que este miércoles participara en la reunión que celebró el gobierno del estado con presidentes municipales y la representación del próximo gobierno federal, Lorena Cuéllar Cisneros anotó que aún no se define la cantidad de personal que laborará en la coordinación estatal de delegaciones.
Hasta el momento, abundó, únicamente se cuenta con personal que con carácter de voluntario realiza diferentes acciones previas a la entrada en funciones del gobierno emanado del Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Cuestionada sobre qué funcionarios darán seguimiento a las tareas de las delegaciones federales con representación en Tlaxcala una vez que entre en funciones el nuevo gobierno, apuntó que si bien los delegados dejarán sus actividades, será el personal del servicio profesional de carrera quien permanezca en sus diferentes áreas.
Sin embargo, no precisó cuál será la labor que mantendrán a partir de que se ha anunciado desde hace ya varios meses la desaparición de las delegaciones federales en los estados, para que sus funciones sean asumidas por una coordinación general en cada entidad.
La aún diputada federal garantizó que pese a la entrada del nuevo gobierno y las políticas que se han anunciado por el presidente electo, no habrá parálisis de las funciones de la administración federal.