En vísperas de navidad se autorizó el Presupuesto de Egresos de la Federación para el próximo año 2019, en el que gracias a presiones de muchos sectores como son los gobiernos de los estados, organizaciones civiles y campesinas se aumentó el monto del dinero que será destinado para el ramo de agricultura y desarrollo rural, serán 65 mil 434.88 millones de pesos los que el nuevo gobierno invertirá.

Debido a las reuniones de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), a las presiones en la Cámara de Diputados en San Lázaro, donde militantes de organizaciones entre pancartas y jaloneos, alzaron la voz para que los diputados reformaran la propuesta del presupuesto y no se quedara con el recorte que el presidente López Obrador le había asignado.

La diferencia entre el proyecto contra el presupuesto es de 8,091.78 mdp, del 28.5% que se había proyectado, cambió a una disminución del 12.6 por ciento, es decir, del presupuesto que se tuvo en 2018 se disminuyó 9,474.54 mdp, cifra aún considerable para lo que el campo necesita.

Falta observar si se mantienen los programas federales para la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural que en el proyecto de presupuesto habían sido eliminados, programas que funcionaban para dar capacitación a los agricultores y ganaderos, así como para mecanizar al campo.

Es una lástima que un sector tan primordial como es el agropecuario a pesar de todos los cambios en su presupuesto se mantuvo con números negativos, algo que, por el contrario, todos necesitamos un sector muy fortalecido, con inversiones de parte del estado y de empresarios para que se mantenga en constante crecimiento, así como robustecer a las instituciones de investigación que son ellas las que dictan el rumbo de los cultivos y el manejo en la ganadería.

En Tlaxcala es de suma importancia mantener políticas públicas para mejorar nuestros ejidos, si alguna vez han sido observadores, para quienes vivimos en municipios que su vocación económica principalmente es la agropecuaria, hemos notado que, si el ciclo agrícola es bueno, la economía interna es favorable, la gente compra, nuevos autos en fin de año, los comercios repletos de personas, en general una economía activa.

Siendo conscientes no todo es cuestión del gobierno, también es un tema del propio campesino, del ganadero, del empresario que vive de la materia prima de lo que se cultiva en el estado, tienen que mejorar los procesos de producción, ser más inteligentes a la hora de planear las futuras siembras, asegurar el mercado, ser prudentes y honrar la actividad agropecuaria.

Estamos a unos días de comenzar un nuevo año, con muchas ilusiones y esperanzas, con ganas de mejorar sobre todo en el bienestar familiar, económico y laboral, un nuevo año para ser mejores sin afectar a nadie, ojalá que el 2019 sea benéfico para nuestra agricultura y ganadería tlaxcalteca.

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