Los toreros tlaxcaltecas José Luis Angelino y Sergio Flores, resultaron triunfadores en el festejo de la tradicional corrida navideña en la plaza Rodolfo Rodríguez “El Pana” de Apizaco, pues ambos consiguieron cortar una oreja, mientras que el hidrocálido Arturo Macías se fue de vacío.
El encierro fue de la ganadería tlaxcalteca De Haro, el cual fue ovacionado por unos, pero también protestado por una parcialidad de la afición que ocupó buena parte de la cómoda plaza de toros apizaquense. De hecho, en la fría noche tuvo que salir un séptimo cajón de la ganadería de Campo Hermoso, lidiado por Sergio Flores.
Angelino, torero maduro
El matador de toros José Luis Angelino, que hizo las veces de primer espada en el festejo, llegó al ruedo de la monumental de Apizaco con bríos renovados, después de la sólida oreja que logró cortar el domingo 23 en la Plaza México.
Ataviado con un terno sangre de pichón y azabache, el torero de dinastía se dispuso a mostrarse como siempre le hemos visto, entregado, artista y valiente frente a la cara de los toros.
Emotivo en su manera de torear, Angelino no dudó en ejecutar su toreo variado con el capote, lanceó con suavidad las embestidas un tanto descompuestas de los toros del lote.
Soberbio, como siempre, ejecutó los pares de banderillas que le requirieron larga preparación ante lo complicado de los toros. Sin embargo, destacó uno que, con el cuarto toro de la tarde, ejecutó un sesgo hacia las afueras que emocionó a los tendidos.
De hecho, fue en este toro con el que Angelino consiguió los mejores instantes de la faena, lo que provocó que tras una discreta estocada, lograra catapultar a la muerte al toro.
Consentido de Apizaco
El consentido de la afición fue Sergio Flores, quien ya desde hace varios meses ha sido arropado como un torero importante entre la baraja taurina en México, pero más aún cuando se presenta en su tierra.
Dispuesto como siempre, Flores intentó lidiar a los toros de la divisa tabaco y oro, sin embargo, no encontró condiciones para el lucimiento, y tuvo que abreviar.
Eso sí, lanceó con maestría, y con lo que pudo logró hacer paladear el toreo a los diletantes reunidos.
Sergio Flores nos ha acostumbrado a verle colocando los toros en la suerte de varas y en la corrida navideña no fue la excepción. El torero siempre los lleva con elegancia, le sabe caminar a los toros y remata siempre la suerte con elegantes desplantes capoteros que aprecian los que saben.
Son acciones muy camperas que Sergio tiene bien aprendidas y ensayadas. La gente que lo ha visto torear en el campo sabe que en el ruedo, a la hora buena, suelta lo mejor de sí para no defraudar a un público que, en fechas recientes, acude a la plaza al conjuro de su nombre.
Con su toro de regalo, Sergio también batalló, si bien fue un toro con el que logró amalgamarse más que con los anteriores, también fue un tanto atropellada la faena que finalmente le otorgó la oreja, después de dejar una estocada delantera que fue suficiente para dar muerte al toro.
Faltó suerte a “El Cejas”
La suerte no estuvo a favor del oriundo de Aguascalientes, Arturo Macías “El Cejas”. Un torero que suma una presentación más en la plaza de Apizaco, pero en la que esta vez los toros no le permitieron el lucimiento.
Macías intentó con sus dos ejemplares De Haro, pero principalmente con el segundo jamás encontró el camino para el lucimiento.
Con su primero, toreó por Verónicas a un bonito berrendo en cárdeno, muy tradicional de la casa ganadera De Haro. Si bien ejecutó buenas tandas por derechazos, el toro fue poco emotivo y no emocionó a los tendidos.
La gente en general se divirtió en una de las corridas más representativas del calendario taurino tlaxcalteca. La tarde navideña en Apizaco es esperada por la afición a los toros en nuestro estado y se pretende que cada año mejoren los carteles.
Mientras tanto, Apizaco tuvo un año taurino redondo si sumamos la corrida de feria, la temporada de romerías taurinas y el festejo del pasado 25 de diciembre. Ya veremos que nos preparan las autoridades para el naciente 2019.