Mucho se ha dicho en últimos años sobre la posibilidad de desaparecer o al menos modificar los espectáculos taurinos en nuestro país, debido a que según los grupos denominados antitaurinos, atentan contra los aspectos relacionados con el cuidado animal que se promueve actualmente.

Ciertamente el espectáculo taurino es cruel hasta cierto punto, de nadie es una sorpresa saberlo, sin embargo, también se trata de un acontecimiento que heredó nuestro país desde hace 500 años, y que desde entonces ha sobrevivido como uno de los más populares, pese a todo lo que se diga.

A partir de su riqueza cultural, histórica, artística y hasta arquitectónica, la fiesta brava es, sin duda, una de las mayores aportaciones que el “viejo mundo” hizo para América, México y Tlaxcala.

En La Otra Fiesta del Periódico Síntesis, hemos dado importancia a la tauromaquia desde sus diversos matices, lo mismo sobre los actuantes en el ruedo –los toreros–, pero también aquellos que no lidian a un toro pero que son tan trascendentales, por ejemplo, los torileros, médicos especialistas en cirugía taurina, empresarios, ganaderos y hasta aficionados.

Sin embargo, la historia taurina también es importante en términos de la grandeza de la fiesta brava, y en Tlaxcala se le ha dado especial importancia al incluirla en diversos ordenamientos de corte Legislativo.

En Tlaxcala la Fiesta Brava es Patrimonio

Protección legislativa

El diez de mayo de 2012, se publicó en el Periódico Oficial del Gobierno del Estado de Tlaxcala, el decreto número 93 en el cual se declaró a la fiesta de los toros Patrimonio Cultural Inmaterial del Estado de Tlaxcala, fundamento legal con el que se dio protección al espectáculo taurino.

A partir de entonces, Tlaxcala se convirtió en la sexta entidad que protegió de esa forma a la fiesta brava, junto con Querétaro, Aguascalientes, Hidalgo, Guanajuato, Michoacán y Zacatecas.

Sin embargo, la tradición taurina más protegida no podría estar si Tlaxcala no fuera sede de la mayor cantidad de ganaderías de toros bravos, y ser un semillero importante de toreros.

Cabe señalar que, entre las facultades del Instituto Tlaxcalteca de Desarrollo Taurino (ITDT) establecidas en ese decreto, se encuentra que será la instancia responsable de supervisar que se tomen las medidas encaminadas a garantizar la viabilidad del patrimonio cultural inmaterial de la fiesta de toros.

Entre otras, comprende la identificación, documentación, investigación, preservación, protección, promoción, valorización, transmisión y revitalización de este patrimonio en sus distintos aspectos.

Corrida de las Luces

Otro tipo de espectáculos sin lugar a dudas imperdible, es la corrida de las luces que cada año se desarrolla en el municipio de Huamantla.

Sobre este espectáculo de hecho luminoso, fue el catorce de agosto de 2012 en sesión solemne de cabildo del municipio de Huamantla, en donde se declaró como Patrimonio Cultural Tangible Manifiesto, a esa corrida que ha posicionado al también denominado Pueblo Mágico, como una de las sedes taurinas de mayor arraigo en el mundo.

Pero no solo eso, pues también su tradicional Museo Taurino recibió la denominación como patrimonio, al ser uno de los que mayor acervo guardan no únicamente en el estado, sino a nivel nacional.

Incluida en la ley de turismo

En 2017, el Congreso del estado determinó incluir en la Ley para el Fomento y Desarrollo del Turismo del Estado de Tlaxcala la fiesta de los toros, para que fuera promovida en todos sus términos como parte de una de las riquezas del estado en la materia.

Con ello, se aportó una mayor difusión al espectáculo taurino en nuestra entidad y a la vez, Tlaxcala se convirtió en uno de los estados del país en las que la fiesta brava cuenta con una protección visible, ante los embates antitaurinos que pretenden desaparecerla.

En Tlaxcala la Fiesta Brava es Patrimonio

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