Mucho se ha hablado de la cuarta transformación y los cambios que por obviedad implica al ser un nuevo gobierno el que dirija el rumbo que tendrá el país en el sector agropecuario, por lo que hasta el momento se vislumbra un reacomodo en los programas federales y en los discursos por parte de autoridades y hasta de organizaciones civiles del ramo.
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader, antes Sagarpa), tendrá nuevos programas para impulsar a los pequeños productores; crédito ganadero a la palabra, fertilizantes, precios de garantía a productos alimentarios básicos, producción para el bienestar y el de agromercados sociales y sustentables, quienes dicho sean de paso no cuentan con reglas de operación las cuales sirven para transparentar su funcionamiento.
Los programas y sus componentes que desaparecen ya que no fueron incluidos en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2019, son el de Programa de Apoyo a Pequeños Productores y sus subprogramas Fortalecimiento a Organizaciones Rurales, Procafé e impulso productivo al Café, Programa de incentivos para productores de maíz y frijol (Pimaf), Arráigate joven – impulso emprendedor, Atención a siniestros agropecuarios, Desarrollo de las zonas áridas (Prodeza), El Campo en nuestras manos, extensionismo, Desarrollo de Capacidades, asociatividad productiva y Proyectos Productivos (Fappa).
Es de resaltar que la mayoría de estos programas impactaban de manera positiva al campo en Tlaxcala, por lo que se tendrá que ver cómo se atacará en estos rubros a las familias que recibían apoyo para la producción de maíz, cultivo que más se produce en esta parte del país, además de quienes recibían asistencia técnica por parte de los extensionistas y ni que decir que muchas organizaciones hasta cerraban dependencias para que se les entregaran apoyos del Pimaf y del Fappa.
Otro que será de gran impacto ante su eliminación es el Proagro Productivo, antes procampo, con el cual los productores se capitalizaban para comenzar con las siembras en el año.
De la misma forma es de sorprenderse que en rueda de prensa, integrantes de organizaciones campesinas dieran a conocer que el presupuesto para el campo en general es menor para este año en comparación al anterior, sin que esto les molestara, con el argumento que en sexenios anteriores los apoyos solo se entregaban a grandes productores.
Por último
El fin de semana pasado platiqué con productores de la zona poniente del estado, justo realizaban la trilla de maíz, sus promedios por hectárea están entre 3.5 y 4 toneladas, a pesar de la sequía el ciclo productivo 2018 resultó bien.