El Poder Ejecutivo federal, envió la semana pasada al Congreso una iniciativa para reformar la Ley de los Sistemas de Ahorro para el Retiro (LSAR), modificación pensada para mejorar las condiciones de ahorro de los trabajadores.
De acuerdo con la reforma, las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores) operarían a través de Fondos de Inversión Especializados, en lugar de las Sociedades de Inversión Especializadas de Fondos para el Retiro (Siefores) que se utilizan actualmente.
El argumento es que se eliminarían costos de gestión que no generan valor para los ahorros de los trabajadores, sin embargo estas reglas de operación se encuentran por definir, una vez que los legisladores consideren la iniciativa.
Otro componente de la iniciativa es que las comisiones que cobran las Afores se determinarían a través de un modelo compuesto: una comisión fija y una comisión variable sobre el rendimiento que obtengan los trabajadores por su ahorro.
Hace falta analizar los detalles que se publiquen en los reglamentos de dicha ley. Aunque inicialmente la propuesta tiene potencial para contribuir a mejorar los ahorros de los trabajadores, se debe tener precaución sobre el modelo de cobro de comisiones que se busca implementar.
Por lo tanto, los trabajadores tlaxcaltecas se han reservado todo tipo de opinión al respecto y en otros casos, esto ha generado incertidumbre sobre si podrían perder sus fondos de ahorro para el retiro.
Además de que otro tanto de empleados manifiestan desconfianza en el nuevo esquema de ahorro que propone el gobierno federal, sin embargo, no será hasta que se den a conocer las reglas operativas, que los empleados conocerán sobre las operaciones que se realizarán con el recurso ahorrado a lo largo de sus años de servicio.
Las comisiones resultantes deberían ser inferiores a lo que actualmente se paga. Para el componente variable, se sugeriría que éste fuera el resultado de los rendimientos promedio durante un largo periodo de tiempo.
De lo contrario, se puede incentivar a que se inviertan los recursos en instrumentos de alto riesgo y que haya mucha volatilidad.
Adicionalmente, se debe contemplar una reforma más radical en el corto plazo, que aumente la edad del retiro y las contribuciones para alcanzar mayores pensiones.
Actualmente, las contribuciones de un trabajador en el sector privado representan 6.5 por ciento de su sueldo, del cual, 5.15 por ciento son aportaciones del patrón, 0.225 por ciento provienen del gobierno y 1.125 por ciento provienen del trabajador.