El gobierno federal ha mantenido su práctica habitual de salir a anunciar programas para el campo, acciones que sin lugar a duda se ven a lo lejos con gran potencial para el desarrollo del sector agropecuario en México, sobre todo van muy enfocados para los pequeños productores, aquellos que cuentan hasta con cinco hectáreas, sólo que existe un pequeño detalle, son programas piloto, específicos para ciertas regiones del país y con poca claridad en sus reglas de operación.
El programa de producción para el bienestar va para productores de maíz, frijol, trigo y arroz, con lo cual pretenden incrementar la producción nacional en un 20 por ciento, generar empleo, aumento de ingresos y disminuir las importaciones en estos productos, vale la pena mencionar que este programa ya tiene reglas de operación y las ventanillas abrieron el 24 de enero en Tlaxcala.
Entre la poca información que se tiene sobre el programa hacen mención que cuenta con nueve mil millones de pesos para este año, fusionará el padrón de productores del Proagro y el Pimaf además de incorporar más localidades indígenas y tiene una cobertura nacional (Tlaxcala sí entra), el apoyo será de mil 600 pesos por hectárea por ciclo a productores de hasta cinco hectáreas y mil pesos a productores que cuentes con predios de cinco hasta 20 hectáreas.
Su intención es entregar el beneficio antes del inicio de siembra, que para nuestro estado es a finales de marzo – principios de abril (depende mucho de cómo se presente el clima), y servirá para la compra de insumos. También al programa lo quieren articular con otros como son el de crédito a la palabra, asistencia técnica y transferencia de tecnología.
Otro de los programas anunciados es el Nacional de Fertilizantes, que pondrá a disposición de los pequeños productores este insumo producido en México a precios competitivos, busca reducir su importación la cual es de un 75 por ciento y erradicar las prácticas inadecuadas de los recursos públicos, corrupción y mercado negro de fertilizantes.
Este programa tendrá una cobertura nacional, pero se dará prioridad a los estados de Oaxaca, Chiapas, Veracruz, Tabasco, Campeche, Quintana Roo, Yucatán y Guerrero, en éste último iniciará como programa piloto, lo que hace que Tlaxcala vuelva a quedar afuera de los programas de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.
Hay dos lecturas de este último programa federal, la primera es por qué nuestro estado no entra en los planes para la implementación de estas iniciativas que le pueden dar un impulso importante a la agricultura local y segundo, las organizaciones campesinas ya en varias ocasiones han salido a los medios a pedir que la Sader publique reglas de operación de los programas para que sus agremiados puedan ser beneficiados sin que esto haya hecho mucho eco entre los tomadores de decisiones federales.
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