El jueves de la semana pasada en la Basílica de la Misericordia en Apizaco se presentó la banda de la Monumental Plaza de Toros México, que deleitó por más de una hora con la interpretación de los conocidos pasodobles que alegran las tardes de toros en la gigantesca plaza capitalina.
A propósito de la presentación, La Otra Fiesta del Periódico Síntesis charló en exclusiva con el director de la banda de música, Reynaldo Vázquez Martínez, quien compartió parte de sus experiencias en el palco que cada tarde de toros en La México ha podido disfrutar en compañía de los músicos integrantes del grupo.
“Tengo como director 18 años más o menos dirigiendo a la banda de la Plaza México, pero como integrante otros diez años para que ya sean más de 20 años”.
¿Usted es aficionado a los toros?
“No lo era pero aquí me hice aficionado, aprendí a sentir la fiesta porque si no se siente tampoco podríamos transmitir la música a la gente que acude a la plaza. La música y las notas se encuentran escritas, pero se tienen que sentir para que nosotros también podamos transmitir a la afición”.
¿Qué sensaciones experimenta al dirigir en la plaza de toros?
“La emoción es ver a los toreros cuando están actuando y la entrega que tiene cada uno, nosotros estamos más allegados a los toreros porque sienten y transmiten; nosotros complementamos esa emoción en la fiesta en cada toro.
La banda también se emociona y así como los toreros, nosotros también damos todo al momento de tocar un pasodoble en la plaza, al igual que ellos también experimentamos nerviosismo y emoción al verlos torear”.
Uno de los momentos más espectaculares y de máxima emoción en la Monumental Plaza México, es aquel en el que al compás del pasodoble Cielo Andaluz del maestro Rafael Gascón, la afición entona un olé tan grande que hace vibrar a los cimientos de la plaza.
Y es precisamente ese momento el que hace emocionar aún más a los integrantes de la orquesta que, en punto de las 4:30 de la tarde, se convierten en los protagonistas del festejo.
Todo se complementa, las notas del Cielo Andaluz, la maestría con que lo entona la orquesta, pero también el paseíllo multicolor que celebran los toreros al partir plaza con rumbo al burladero para cambiar la seda por el percal.
¿Qué sensación le provoca el olé monumental de la Plaza México?
“Es algo que no se puede explicar. Ver a la gente emocionada, ver a los toreros salir con su porte y gallardía ahí también estamos presentes nosotros; transmitimos lo que siente la gente en la plaza, se me enchina la piel en los primeros compases con el coro y el grito de la gente”.
¿Existe un pasodoble que le guste más?
“Mire todos son muy bonitos dependiendo el momento, está Silverio por ejemplo que le gusta mucho a la gente, pero todos tienen algo en especial; En el mundo, Fermín, Gato Montés, en cada momento se siente lo que estamos tocando, por eso no hay uno en especial porque todos tienen lo suyo”.
La banda de música de la Monumental Plaza México ha sido testigo de momentos que han marcado la historia del coso capitalino, desde el brinco del toro Pajarito, hasta el resurgimiento de Rodolfo Rodríguez “El Pana” en lo que estaba llamada a ser la tarde de su despedida.
También han tocado las golondrinas a toreros en el retiro, cientos de fanfarrias, y muchas horas de música que alegran los corazones de la afición que entre toro y toro pueden escuchar las notas de un pasodoble taurino.
¿Cuántos años más le gustaría estar en el palco musical de La México?
“No podría decir porque depende de las fuerzas de uno y del creador. Pero quisiéramos estar más tiempo, también hemos salido a tocar a otras plazas, hace veinte días estuvimos en la plaza de Pachuca y en otras plazas pequeñas del interior de la república”.
Finalmente, el maestro Reynaldo Vázquez Martínez se despide de la afición tlaxcalteca con una felicitación, “porque es parte de la afición a los toros el disfrutar la música, nosotros hacemos que también lo sientan y nos llevamos a una gran afición que le gusta el pasodoble”.
