“El toro no pregunta por el sexo del torero en la plaza, ni tampoco discrimina para dar cornadas y truncar carreras»: Cristina Sánchez.

Tradicionalmente la Fiesta de los Toros ha sido concebida como una actividad desarrollada por hombres. Sin embargo, a lo largo de la historia del toreo han surgido mujeres en los países taurinos que se han arrimado valientemente a los cuernos de los toros.

Tanto reconocimiento merece la faena que realiza un torero, pero aún más las que realizan las mujeres toreras. Siempre será admirable la valentía que imprime una mujer al pararse frente a un animal que con sólo su cuello, puede cargar hasta cinco veces su peso.

A propósito del Día Internacional de la Mujer que se conmemoró el pasado viernes ocho de marzo, actualmente en México podemos hablar de dos toreras que han roto paradigmas y esquemas dentro de la Fiesta de los Toros: Hilda Tenorio y Lupita López.

Ambas valientes y arrojadas mujeres se han abierto camino entre un medio que, evidentemente, está copado por el sexo masculino.

Lo que es una realidad, es que los carteles conformados únicamente por mujeres o bien alternando con hombres causan poco interés en la afición, sin embargo, siempre será digno de admirar la belleza con la que portan el traje de luces y la conexión que surge de una limpia y elegante faena como las que les conocemos a las españolas Mari Paz Vega y Cristina Sánchez. Siempre aseadas en su toreo, entregadas y valientes.

A pesar de ello, el toreo seguirá siendo, creo que por mucho tiempo, un espectáculo si no exclusivo para desempeñarlo por hombres, si mayoritariamente dominado por ellos, y si a esto le sumamos que en estos momentos no existe una mujer que atraiga público a las plazas, pues será complicado que sigan abriéndose paso en el medio taurino.

Sor Juana Inés de la Cruz tuvo que lucir como hombre para poder entrar a estudiar y perfeccionar sus conocimientos, pues en su época la educación era exclusiva de varones; a finales del siglo XVII, algunas mujeres tuvieron que aparentar ser hombre, pero para buscar entrar al mundo de los toros como protagonistas.

Existe la anécdota de la española María Salomé «La Reverte», quien en 1910 durante los tiempos de la Revolución Mexicana se presentaba como novillera en los carteles bajo el nombre de Agustín Rodríguez.

Un reconocimiento a las mujeres toreras que al igual que los hombres, se juegan la vida frente a un toro, y como dijo la especialista taurina Mary Carmen Chávez Rivadeneyra, las mujeres «han tapado la boca a los machistas que pensaban que las damas podrían cocinar al toro, pero no torearlo».

Cosa aparte, dicen los gitanos, son las ‘gachis’ que asisten a los toros, pocas las que saben de la fiesta y sí muchas «las que se dejan ver» en la plaza. Lo cierto de todo esto, es que para mujeres guapas, las que van a los toros.

Que haya suerte

Tirados a la aventura y a una nueva experiencia, los novilleros de Huamantla Sebastián y Emilio Macías serán miembros de la Escuela Taurina de Sevilla, en donde aprenderán lo mismo teoría que la práctica del toreo en una de las sedes de mayor arraigo y tradición del mundo taurino.

La semana pasada tuve oportunidad de hablar con su hermano, el matador de toros José María Macías, quien narró en exclusiva lo que será la estancia de sus hermanos en la península ibérica, con miras a que desarrollen mayores elementos que les permita figurar en la de por sí complicada fiesta brava.

Los dos novilleros tlaxcaltecas llevan el estandarte de Huamantla, tierra taurina por antonomasia y que distingue no sólo por su tradicional “Huamantlada”, sino también por sus corridas de feria, su plaza y el museo taurino.

Seguramente encontrarán a más de uno que allá en España haya escuchado a Tlaxcala y Huamantla como referentes taurinos de México. Desde este espacio, deseamos la mayor de las suertes y todo el éxito en su aventura por la cuna del toreo.

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