Una de los personajes históricos más controversiales es la Malintzin, mujer que fue de suma importancia para que los españoles pudieran entender y comunicarse con los nativos de esta tierra, tema que es tratado por Diego Muñoz Camargo, continuando con su libro Historia de Tlaxcala, en el cual nos dice acerca de ella:
“Notoria cosa es y muy sabida, cómo Malintzin fue una india de mucho ser y valor y buen entendimiento y natural mexicana. La cual fue hurtada de entre sus padres, siendo de buena gracia y parecer, y entregada a unos mercaderes que trataban en toda la costa del Norte, la cual fue llevada de lance en lance hasta Tabasco y Potonchan y Acosamilco. Otros quieren decir que fue hija de un mercader y que [éste] la llevó consigo por aquellas tierras. Lo cual no satisface a un buen entendimiento, sino que siendo hermosa fue llevada para ser mujer de algún cacique de aquella costa y que fue presentada por algunos mercaderes, para tener entrada y seguridad con los caciques de Acosamilco. Y ansí fue [por] que, en efecto, la tenía un cacique de aquella tierra cuando la halló Cortés. Como quiera que sea, ello pasó ansí. Otros quieren decir que Marina fue natural de la provincia de Xalisco, de un lugar llamado Huilotla; que fue hija de ricos padres y muy notables y parientes del señor de aquella tierra. Contradícese el ser de aquella tierra de Xalisco, porque aquella nación es de Chichimecas y la Marina era de la lengua mexicana, muy discreta y avisada y entre los naturales tenida por muy avisada y por cortesana, [y] aunque había lengua mexicana y se hablaba en aquella tierra, era tosca y grosera. Dicen, ansimismo, que Marina fue presentada ante en Potonchan con otras veinte mujeres que allí se dieron a Cortés, que la trajeron a vender a unos mercaderes mexicanos a Xicalanco, provincia que cae encima de Cohuatzacoalco, apartada de Tabasco. Ella fue natural mexicana, porque sabía la lengua muy despiertamente, por do se arguye que, cuando pasó a aquellas tierras, era ya mujer capaz de dar razón del rey Moctheuzoma y de los enemigos y contrarios que tenía de su gran imperio y monarquía, y [de sus] grandes riquezas y tesoros”.
Se puede observar que no está muy claro el lugar de origen de Malintzin, aunque actualmente la versión más aceptada es la que tiene que ver con Tabasco, después la llevaron a Yucatán y Cozumel, que es donde se da un contacto providencial, según nos narra Muñoz Camargo:
“Estando en este cautiverio acaeció que por aquellas tierras había arribado a la costa un navío de los que habían venido a descubrir [las] tierras, que en otros tiempos llamaban de Yucatán por mandado de Diego de Velázquez, gobernador de la Isla de Cuba, y de estas naves o de las de Francisco Hernández de Córdoba, quedaron cautivos entre los indios algunos de sus soldados, de los cuales fue uno que se llamó García del Pilar y otro Jerónimo de Aguilar, españoles a los cuales conoció después”.
Resulta que Jerónimo de Aguilar, al estar cautivo, procuró ser muy servicial con su amo en diversas actividades quien estaba tan satisfecho que le dio por mujer a Malintzin. Ambos aprendieron a hablar el maya a la perfección. Cuando llegó Cortés se encontró con Jerónimo de Aguilar con quien entabló comunicación y a Malintzin la valoró mucho, la procuraba y le daba buen trato asignándole al soldado Juan Pérez de Arteaga, quien después adoptó el nombre de Juan Pérez Malintzin. De esta manera Malintzin hablaba en náhuatl y maya con Jerónimo de Aguilar, quien traducía al castellano, hasta que la mujer aprendió la lengua de los extranjeros, ambos fungieron como una especie de llave al mundo indígena en dos territorios muy importantes, el maya y el centro del continente.
Esta es una parte de la historia que cuenta el momento en que se dio el contacto con los españoles, tan importante para entender la celebración del encuentro de dos culturas que se está recordando este año en Tlaxcala y del cual tendremos una entrega más que trata de cómo fue recibido Hernán Cortés en Tlaxcala.
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