Las noches de toros que se han desarrollado en el marco de la Feria de Puebla en su edición 2019 no han resultado como lo desearía la empresa, si es que hay intención de que la fiesta de los toros siga preservándose en la vecina entidad.

No obstante que la capital poblana cuenta con una plaza de toros de mucha solera y tradición taurina desde su inauguración en noviembre de 1988, en los últimos años ha sido objeto de un olvido total que, si bien se han dado festejos taurinos, las paupérrimas entradas no evidencian más que dos cosas: o que la empresa está haciendo mal las cosas, o que definitivamente la afición poblana está en decadencia.

No sólo esto, ya desde la administración gubernamental anterior de Puebla trascendió que la plaza de toros El Relicario sería demolida debido a la llegada del centro de espectáculos Acrópolis que, para colmo, no ha dado festejos como se esperaba, además de que resultó ser un espacio que al menos en materia taurina, resultó disfuncional.

Y es que en las corridas de toros que se han ofrecido en los últimos años en Puebla, lo mismo en su temporada de feria que en el resto del calendario, las entradas que ha evidenciado ese coso han sido paupérrimas.

Si acaso se salvó la del viernes más reciente con la presencia de Uriel Moreno “El Zapata”, Jerónimo, y Ernesto Javier “Calita”, con toros de Los Ébanos y Pedro Haces.

Incluso, en las corridas que se han celebrado en escenarios distintos a los dos citados, la desorganización se ha puesto de manifiesto, lo que demuestra que en Puebla la fiesta de los toros es algo menor.

Lo que llama la atención es que hay empresarios dispuestos a impulsar la fiesta de los toros, pero qué falta, por qué no logran el objetivo primordial para ellos: llevar gente a la plaza.

Minotauro

La semana pasada, la prestigiada e influyente Peña Taurina 432 celebró su octava entrega de los premios Minotauro en la Ciudad de México, en donde como cada año reconocieron las mejores actuaciones y toros de la Temporada Grande en la Plaza México.

El torero que destacó en los galardones fue el español Antonio Ferrera, quien logró dos premios. El primero de ellos como triunfador de la Temporada Grande, y un segundo por haber ejecutado el quite más destacado.

Además, el también español Enrique Ponce se hizo acreedor al premio por la faena más destacada, la cual realizó el cinco de febrero durante la corrida del aniversario 73 de la Plaza México.

El resto de los premios se entregaron a Diego Ventura por su faena a Fantasma; mejor estocada para Joselito Adame; Ricardo Morales como el tercio de varas más destacado; Fernando García resaltó como el subalterno más destacado; mientras que Ernesto Javier “Calita” fue reconocido como revelación de la temporada.

En términos ganaderos, el toro Agradecido de la ganadería tlaxcalteca de Montecristo, fue reconocido como el mejor toro de la temporada; en tanto que el mejor encierro fue para el de Los Encinos, ganadería queretana que lidió diferentes toros emotivos durante el calendario invernal de La México.

Referencia turística

La plaza de toros de la capital tlaxcalteca, Jorge Aguilar “El Ranchero” se ha convertido en un punto de referencia y atractivo turístico del municipio, debido a la excelente y muy acertada iniciativa de mantenerla abierta al público.

Cada vez son más las personas y propiamente turistas que por las mañanas, pueden observar el ensayo de los jóvenes toreros que practican en el ruedo de la antiquísima plaza conocida como “La tacita de plata”.

La plaza es presumida como uno de los principales atractivos de la ciudad, pues representa parte de las tradiciones del estado de Tlaxcala, en donde la fiesta de los toros está más que arraigada como herencia que dejó el intercambio cultural entre indígenas e hispanos de hace 500 años, conmemoración que tanta relevancia cobrará este año en nuestro estado.

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