Con apenas 20 años de edad y con una competencia de al menos 80 prospectos a novilleros en España, el tlaxcalteca Pablo Martínez “Finito” ha sabido abrirse paso en un medio taurino complicado como es el ibérico, en donde a poco más de un año de haber llegado a Madrid, ha avanzado en su madurez como torero.
En entrevista exclusiva para La Otra Fiesta del Periódico Síntesis, desde España el joven torero oriundo de Huamantla, se mostró satisfecho por los avances que hasta el momento ha alcanzado en sus inicios como novillero.
¿Cómo va tu preparación en Madrid?
“Va muy bien porque con la lesión del año pasado perdí cuatro meses en donde no podía entrenar pero sí me seguía preparando en las clases teóricas, algunos días hacía ejercicio, en enero empecé a torear y he estado yendo mucho al campo”.
Pablo Martínez llegó a la escuela de Madrid en abril del 2018, y desde entonces ha tenido la fortuna de hacer relaciones que lo han vinculado con perfiles nada despreciables en el toreo mundial como nada más y nada menos que el matador de toros español Paco Camino.
En fechas recientes, ha podido participar en tentaderos en la finca de Julio Aparicio, José Escolar, y también en Alcurrucén, Garcigrande y en Zacarías Moreno.
“He estado toreando mucho en el campo y en lo que fue mi debut ante el público en España el cuatro de mayo en Valdetorres del Jarama me sentí muy bien porque pude disfrutar y cortar dos orejas a un novillo”.
¿Pero qué tanto se ha fogueado “Finito” en España? Él mismo nos responde: “Mucho porque tengo contacto con el maestro Paco Camino que desde que llegué a España lo conocí al mes siguiente y la verdad que me ha ayudado mucho, porque seguido voy a su finca a tentar.
También he tenido la oportunidad de entrenar algunas veces con Vicente Ruiz ‘El Soro’ y también con Uceda Leal que me ha ayudado mucho, me lleva al campo y me entreno con él por las mañanas”.
Sin duda, para Pablo Martínez ser el único mexicano en la escuela para toreros de Madrid ha sido un reto en el que su raza, tenacidad y perseverancia lo ha sacado a flote.
“El maestro Paco Camino ha sido una gran figura del toreo, y de figuras de esa catadura se puede aprender mucho en cada consejo que me ofrece, me llena de cosas que uno jamás se lo imaginaría y nos da una enseñanza tremenda”.
¿Qué tan exigente es la escuela española?
¿Qué tan exigente es la escuela española?“Mucho, la escuela de Madrid nos exige mucho, sobre todo en actitud ya sea que si vamos a un tentadero o si vamos a matar un novillo nos piden por lo menos actitud, quizás algunos no tengamos tanto oficio o estemos muy toreados pero sí la actitud de querer ser torero y eso influye mucho; también nos exigen mucha puntualidad en los entrenamientos y ser exigentes en el acondicionamiento físico”.
De momento, el torero huamantleco tiene en la perspectiva seguir preparándose en España para que aproximadamente en octubre pueda regresar a México para continuar con su preparación, aunque argumentos tendrá de sobra para figurar de entre la baraja novilleril local.
Desde antes que se fuera a la península ibérica, “Finito” ya evidenciaba argumentos de peso en su forma de torear que, sin duda, habrá de pulir y evolucionar en su experiencia española, lo mismo con esa cultura, que con la fiesta brava española y desde luego, su ganado.
“Actualmente somos 80 chicos los que queremos ser toreros en la escuela de Madrid y soy el único mexicano; el año pasado estaban otros dos que se regresaron y ahora soy el único en la escuela de Madrid. Mis planes de momento son los de matar las novilladas sin caballos como parte de la escuela y volver a México a finales de octubre”.
Pablo Martínez “Finito” viajó a España el año pasado bajo el auspicio de la Fundación Martha Aurora A.C., quien le facilitó las condiciones para que pudiera estar en el viejo continente por lo menos un año más a lo previsto inicialmente, momento que, confesó, aprovechará al máximo para desarrollar mayores argumentos para presentarse en Tlaxcala y México como un prospecto novilleril interesante.
Actualmente, el torero radica en la ciudad de Madrid, y comparte un apartamento con dos chicos también becados por la fundación Martha Aurora A.C., quienes no tienen nada que ver con la fiesta de los toros.
