Ahora que se han puesto de moda los conciertos de música en nuestro estado. Circunstancia que me alegra y de sobremanera, pues en otros lugares del país, siempre los ha habido y es de lo más natural. Esto me llevó a realizar un breve análisis inicial, acerca de la música únicamente como medicina, pues hoy día existen cada vez más tipos, estilos, instrumentaciones y usos para la música.

Les diré que la Psicología Positiva y la medicina, han reconocido y aceptado que la música apoyada por el amor del entorno, acelera la sanación de las enfermedades, y tal útil es, que actualmente se emplea este método durante algunas cirugías. Para posteriormente seguir usándolas en el momento de la recuperación y terapia que lleve a la pronta sanación de nuestro enfermo. Sin importar el tipo de enfermedad o la gravedad del paciente. Y según los especialistas, esto es producto de que tanto la música, como el amor, son manifestaciones espirituales del ser humano, que producen un estado de alegría y placidez.

Cuántas veces al escuchar música, nos dicen que parecemos idos, o que estamos en otro lugar. Esto solo es producto del estado de la elevación espiritual, que nos genera disfrutar la música. Otro ejemplo claro de lo que acontece, es el estado de ánimo con el que nos levantamos y ponemos la música que nos gusta, misma que nos genera una sensación de paz, serenidad y quietud que inunda nuestro yo, para despertarnos y determinar nuestro estado de ánimo, con color, energía y acción a lo que se va a vivir durante ese bello y maravilloso día que recién comienza. Estos ejemplos son la forma más tangible para demostrar que la música si influye en nuestro estado de ánimo, mental, físico y biológico. Circunstancias que son robustecidas al accesar a algún medio electrónico que nos ofrece diferentes tipos de música, con intereses totalmente diversos, pues va desde la que sirve para relajar, ejercitar, orar, meditar, alegrar, estudiar, celebrar y más.

Por otro lado, y abundando en esa dupla mágica de música y amor. No se podrían tener los mismos resultados si no aplicamos correctamente las bondades de los sonidos y del sentimiento, pues los resultados serán menos contundentes y eficaces. Recordemos que por amor venimos al mundo, somos mejores y disfrutamos la vida. Es por ello que quienes estamos convencidos de que nuestro paso por la vida solo es temporal, sabemos que el amor nos permite entender y encontrar una razón siempre favorable para aquello que se nos presente.

Abundando en el amor, como he referido en diversas ocasiones, este nos permite colocarnos por encima de aquellas situaciones difíciles que afectan nuestra vida y por ende nuestra felicidad. Es por ello que para mí es poco comprensible que alguien pueda vivir en una sociedad organizada, sin sentir amor por aquellos que le rodean, como lo pueden ser los padres, los hermanos, los hijos, el cónyuge y otros. Sin olvidar nunca el siguiente círculo que son los amigos.

De esto último, me surge un cuestionamiento: ¿Puede existir el perdón, la convivencia pacífica y de solidaridad humana sin amor? Cierto estoy que esto no podría suceder. Pues es el amor esa fuente maravillosa de sentimientos buenos y profundamente humanos, el que nos permite modificar o cambiar nuestra actitud, aptitud y forma de ser, para lograr ser más pacientes, considerados, amables y bondadosos con la gente que se convive. Desde mi humilde perspectiva, pienso que es el amor, el que enriquece la fe, la esperanza, la confianza y la positividad. De la misma manera que creo que es el amor el que nos permite alcanzar la meta máxima de nuestra existencia como seres racionales bajo el principio de utilidad y colaboración. Preguntaría: ¿Se puede aceptar y respetar la individualidad de aquellos que se encuentran a nuestro alrededor sin amor? Es un hecho que tampoco sería posible, pues para reconocer y respetar la individualidad de los otros, tenemos que sacrificar un poco de lo que es cada quien.

Es un hecho que si empleáramos adecuadamente ese híbrido maravilloso que puede ser el amor y la música, difícilmente dejaríamos de superar situaciones complejas o de ayuda a otros para sobreponerse, o incluso ser mejores. Pues considero esos dos recursos nada nuevos, se vuelven milagrosos al incidir en la forma definitiva en nuestros pensamientos, acciones y circunstancias personales. Recordemos los que contamos con más de 50 primaveras, que maravilloso era llevar serenata, y hacer que esa dupla nos transportara al mismo paraíso. Pues implicaba la alimentación y tranquilidad espiritual y emocional. Lo que al final de cuentas son los pilares sobre los cuales se fundamentar la aspiración humana por ser feliz y estar bien. Porque eso es Dar de Sí, antes de pensar en Sí.

Porelplacerdeservir@hotmail.com

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