El director general del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece) Ruy López Ridaura, señaló como un problema emergente en la salud pública el incremento a la resistencia de bacterias a los antibióticos, lo que está derivando en neumonías especialmente en los hospitales, pues el uso indiscriminado de estos hace que sean casa vez más difícil de controlar una infección bacteriana.

Por tal motivo, señaló que a través de dos centros médicos que se implementarán próximamente, uno dedicado a enfermedades crónicas y el otro enfocado a enfermedades infecciosas, siendo este último en el que se buscará lanzar un programa específico sobre resistencia antimicrobiana que también que ya es considerado un problema de salud pública.

López Ridaura, informó que la estrategia a seguir en este programa para reducir la resistencia a antibióticos debe de ser el multisectorial, debido a que mucho se origina por el uso incorrecto de antibióticos en la población humana pero también en la ganadería, “por lo que dicha estrategia se busca lanzar con mucho empeño, ya que es una de las grandes amenazas a nivel mundial, que haya bacterias cada vez más resistentes a los antibióticos”, agregó.

Asimismo, enfatizó que se busca limitar aún más el uso de antibióticos, sobre todo por prescripción médica, para lo cual se realizarían capacitaciones en el primer nivel de atención y dentro de los hospitales, para crear un fortalecimiento de infraestructura y medir la resistencia en los laboratorios hospitalarios lo que permitirá conocer los perfiles de sensibilidad para tener tratamiento de antibiótico más específico.

En este sentido, dijo que el uso irresponsable de los antibióticos en gran parte es de la sociedad y de la mano con la prescripción médica de consultorios ajenos al sector público, pues señaló que de acuerdo a la última encuesta de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) el 30 por ciento de la población usa consultorios asociados a farmacias en todo el país, lo que claramente señala que los que acuden a este tipo de farmacias no están recibiendo un adecuado servicio en el sistema de salud pública.

“Esperamos que con el fortalecimiento de este nuevo instituto de salud del bienestar se cuente con mayor capacidad resolutiva y se vaya reduciendo el uso a consultorios asociados a farmacias, pues dichos consultorios son los que prescriben mucho más antibióticos que las instituciones públicas”.

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