Muchos de los escenarios de violencia que tenemos actualmente en el país son porque las personas desconocen lo que nos hace ser mexicanos, cual es nuestro pasado, nuestras instituciones, nuestro devenir histórico, entonces se rompe toda la dinámica de identidad y la sociedad se segrega, señala el historiador tlaxcalteca, Rodolfo Juárez Álvarez, al advertir que la historia y el conocimiento de las humanidades pueden ser la clave para una reconciliación social.

“No debemos apasionarnos con la historia, porque es un arma de doble filo, nos lleva a enfrentamientos, por ejemplo, hay páginas de Facebook donde se enfrentan poblanos contra tlaxcaltecas o somos objeto de burla nacional por tener unas escaleras eléctricas o ese tipo de cosas, eso es producto del apasionamiento, es necesario encontrar el término medio en hacerte consiente de tu pasado como sujeto histórico y analizarlo en tu presente y proyectarlo en un futuro, estamos en un momento en donde creo que estamos en busca de una reivindicación precisamente que nos lleve a pensarnos como mexicanos”, dijo.

Su acercamiento a la historia

En una charla con el Periódico Síntesis, el oriundo del municipio sureño de Zacatelco, egresado de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UAT), Maestro en Historia del Arte por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y candidato a Doctor, cuenta un poco de sus experiencias en su andar por desentrañar la historia.

Reveló que su primer acercamiento con la historia fue a través de su bisabuelo, quien le heredó grandes historias y leyendas mientras estuvo a su lado, además de que considera que tuvo grandes maestros que lo inspiraron a seguir este camino.

“Hemos crecido en un entorno histórico siempre, nos han heredado leyendas o historias, somos sujetos históricos y de eso deviene que nosotros tenemos que preocuparnos por nuestro pasado, lo primero es acercarnos obviamente a nuestra historia porque al conocerla podemos entender muchas cosas de nuestro presente, aunque esto suene trillado o como eslogan, yo me he dado cuenta y se lo he comentado a los alumnos, no podemos sentirnos como tlaxcaltecas si no sabemos que nos ata a nuestro entorno”, sostuvo.

El pasado es constructor de lo que somos

La cinematografía en Tlaxcala

De ahí parte que durante sus estudios de licenciatura tuviera el interés de indagar sobre la historia del cine en el estado, para lo que compiló ensayos de diferentes momentos que revelaron que Tlaxcala había servido como set de rodaje para diversos proyectos cinematográficos desde un documental en 1931 y para películas como (sin orden cronológico): “La mal querida”, “El puño del amo”, “Tú y la mentira”, “El imperio de la fortuna”, “El mil usos”, “Veneno para las hadas”  y “La Escondida”.

Fue esta última producción con María Félix y Pedro Armendáriz, la que lo motivó a recuperar la memoria colectica de los tlaxcaltecas a través de un proyecto de tesis de maestría sobre la sociología del cine denominado “Miradas que construyen. Los públicos en el torbellino fílmico de La Escondida”, en la que con mayor profundidad recogió la percepción de las personas de esa época y como se involucraron en la filmación de la película basada en la novela del mismo nombre, autoría del escritor tlaxcalteca Miguel N. Lira y que fue rodada en 1954.

Esto le valió que en el 2013, el Instituto Tlaxcalteca de la Cultura (ITC) publicara su trabajo, posteriormente le siguieron otras publicaciones como un texto que se llama “Arquitectura vernácula en Tlaxcala”, memorias de coloquios; con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) también ha hecho divulgaciones ligadas a la historia del cine y en las que comparte sus investigaciones con demás especialistas; recientemente escribió un artículo para una revista local sobre las mujeres en la conquista.

Reconocimientos obtenidos

Cabe destacar que a sus 35 años, el maestro en Historia del Arte, también acumula importantes reconocimientos como la medalla de plata Alfonso Caso por ser el graduado más distinguido del posgrado de maestría de la UNAM, de igual forma, fue reconocido con el Premio Estatal de la Juventud Tlaxcala 2013 en la categoría de “Logro académico”.

Para descubrir los acontecimientos y hechos que pertenecen al tiempo pasado y que constituyen el desarrollo de la sociedad mexicana, refiere que contrario a lo que se piensa de esta disciplina, es necesario mantenerse en constante movimiento para consultar bibliografía y demás acervo que se encuentra resguardado en diferentes partes de la República Mexicana, e incluso en otros países.

“He estado con una intención académica en varios países de Latinoamérica como Venezuela Colombia, Perú, Bolivia, después fui a Estados Unidos, Francia, España, Escocia, a este país viajé para conocer el libro de Diego Muñoz Camargo y lo tuve en mis manos; también fui a Italia, Alemania, Holanda. Viajaré a Viena, porque soy ayudante en una investigación acerca de Maximiliano de Habsburgo y probablemente, aún no está confirmado, en la segunda quincena de noviembre vaya a dar un curso de historia de cine mexicano a la Universidad de Salamanca, en Colombia”, contó.

Actividades que realiza

Actualmente su vida se divide entre la Ciudad de México donde realiza sus estudios de Doctorado y Tlaxcala, donde imparte clases en la Facultad de Diseño, Arte y Arquitectura de la máxima casa de estudios de la entidad, en la Licenciatura de Artes Visuales y en la maestría “Diseño del Espacio Interior”.

Sobre su investigación para recibir el doctorado, explicó que esta versa sobre la construcción de la identidad tlaxcalteca a partir de los discursos visuales del siglo XVI.

“Me fui a un tema que parecía distinto pero que nació de este acercamiento con el cine, intentó desarrollar un proyecto que tomara de partida la construcción de la identidad regional a través de los discursos visuales de la pictografía que incluye códices, escudos, entre otros. Ahora con este discurso de los 500 años y demás, me doy cuenta de que es lo que hace falta, qué es lo que no debería seguirse haciendo en cuanto a discurso y legitimación de la historia en Tlaxcala, espero que el trabajo que estoy haciendo haga una revisión histórica y aporte no solo a 500 años, sino a 501 o 502 años del encuentro de dos culturas”, subrayó.

El pasado es constructor de lo que somos

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