Hoy conmemoramos este día para sensibilizar y concientizar a las personas sobre este trastorno del aprendizaje que se asocia con la lectoescritura, presentándose en alrededor del 15% de la población mundial.
Las personas con dislexia tienen un nivel de inteligencia normal, solamente tendrán una manera distinta de aprender, regularmente presentaran dificultades para recitar el alfabeto, denominar letras y analizar o identificar sonidos.
Su diagnostico es sumamente importante pues esto permitirá intervenir en los procesos de aprendizaje, evitando de múltiples maneras las dificultades y los efectos secundarios que están asociados con la presión a la que se ve sometida la persona al presentar las dificultades como depresión inhibición o temeridad al no ser tratado de la manera adecuada por los que lo rodean.
La dislexia es crónica y no existe cura aunque con la intervención de educadores, logopedas y pedagogos la persona puede llevar un proceso de aprendizaje correcto y sencillo presentando mínimas dificultades en el lenguaje escrito ayudando a la vez con las dificultades que suelen acompañarla tales como problemas de comprensión y memoria a corto plazo.
Con este contexto se asume que en la dislexia existe un componente hereditario, pues aunque las causas del problema son múltiples existe una relación directa entre componentes neurológicos y psicológicos y la corteza cerebral que es aquella que permite realizar actividades como la lectura silenciosa y nombrar las palabras lo que genera la dificultad entre comprender las palabras habladas y relacionarlas con su representación escrita.
Algunos de los síntomas de este trastorno son los siguientes:
Escriben la misma palabra de distintas maneras
Intervienen una palabra de manera total o parcial como casa por saca
Copian las palabras mal aunque estén observando como se escriben
Invierten letras por ejemplo p por b o de por b
Tienen dificultades para distinguir entre izquierda y derecha