En su más reciente visita al estado de Tlaxcala, el matador Diego Silveti del Bosque, oriundo de Irapuato, Guanajuato, se congratuló por el reencuentro entre el apellido que lleva y el hierro de la centenaria Piedras Negras.
Es de recordar que el diestro que representa la gran dinastía Silveti visitó tierras tlaxcaltecas el pasado mes para encabezar el primer cartel en el marco de la feria y también en celebración de los periodistas.
Fue en el campo bravo de Piedras Negras donde Diego Silveti aseguró:
“Siempre venir a esta tierra me trae muchos recuerdos, es una tierra taurina por excelencia, de mucha historia, de mucha tradición donde siempre han recibido al apellido Silveti con mucho cariño”.
Han sido varias ocasiones las que ha pisado tierras tlaxcaltecas el matador de toros, momentos que ha aprovechado para disfrutar el cariño del público y de su vocación.
Ganado con historia
El ganado bravo tlaxcalteca está lleno de historia, es legendario, consideró el matador, al tiempo de asegurar que los toros de esta tierra van bien con su forma de interpretar el toreo, “me identifico con el toro bravo de Tlaxcala, en específico el de Piedras Negras”.
Aquella ocasión la legendaria ganadería fue el escenario de esta entrevista y de un tentadero dirigido por Silveti que arrojó magníficos resultados para el ganadero y para quienes lograron participar en la tienta.
Reencuentro
Casi cien años después de que el bisabuelo de Diego toreara por primera vez, la familia Silveti y el hierro de Piedras Negras se reencontraron en aquella ocasión, momento que llenó de ilusión al diestro de Irapuato, Guanajuato.
Dónde se encuentra la Otra Fiesta para Diego
La vocación de torero y la constante preparación son parte fundamental de la vida del matador, sin embargo, la familia ocupa un lugar muy personal de su otra fiesta, despojado del vestido de luces y alejado de los redondeles.
“Aprovecho para estar con mi familia, acabo de ser papá, es una bendición maravillosa, cuando tengo ratos libres procuro estar ahí, tener tiempo para los amigos también, además de estar en contacto con el ganado, con mi profesión”.
Son ya ocho años como matador los que lleva como trayectoria Diego Silveti y considera que ha alcanzado un nivel importante de madurez, donde ha podido alcanzar cuotas que siempre había soñado.
“Cortar un rabo en México, cortar una oreja en Madrid, torear en las principales plazas del mundo, Perú, Ecuador, Francia, Portugal y las principales plazas de España y México”.
Comentó que ahora su toreo está enfocado para él mismo, para reencontrarse lo que realmente quiere expresar como torero y eso lo ha podido apreciar el respetable en cada tarde que ha partido plaza.
“Me siento pleno, me siento feliz y estoy toreando cada vez más como yo sueño, el toreo a final de cuentas es una expresión artística, es un sentimiento y cada uno siente el toreo de manera distinta”.
Refirió que ellos, quienes se ponen frente a la cara del toro deben procurar que salga su inspiración y sentimientos, para que acompañados por la técnica y el oficio, aprovechar los toros que les pongan de frente y transmitir todo ese arte a los tendidos.
El diestro de Irapuato pisó la Plaza México en lo que fue el cuarto festejo de la temporada grande, en una tarde lucidora que agradó al tendido de la plaza más grande del mundo.
Otros de sus compromisos cercanos se encuentran en Puebla, para el cierre de año quizá visitará Querétaro, entre otros compromisos que mantiene motivado al diestro mexicano.
Un 2020 bien intencionado
Espera que para el siguiente año se puedan cuajar visitas a tierras ibéricas, ya que durante un par de años se ha alejado de España por centrarse en hacer campaña en Centroamérica.
Golpes contra la fiesta
Si bien existen distintos grupos animalistas o antitaurinos, quienes atacan mediáticamente a toreros y ganaderos, Silveti consideró que quienes se encuentran alrededor del toro cuentan con más argumentos, con más cultura y vida que puede dejar en claro lo que aporta la fiesta brava al mundo en general.
Ya sea en aportación al medio ambiente con la conservación de especies, la aportación cultural y tradicional mediante el desarrollo de diversas disciplinas, el toro tiene mucho por delante.
Finalmente, el matador aseguró que el respeto es uno de los valores que profesa la fiesta de los toros, por lo que él, junto con quienes viven del toro, han solicitado respeto para su profesión y su forma de vivir.
