Con 21 años de edad, Pablo Martínez “Finito” es el único mexicano que estudia y entrena en la Escuela Taurina de Madrid, España y pudo compartir con La Otra Fiesta, parte de su experiencia como novillero, tlaxcalteca y apasionado del toro.

Antes de entrar en detalles del actual momento que atraviesa como torero, recordó que desde los siete años ya tenía contacto con los tendidos y los ruedos, pues su familia es aficionada taurina.

“Mi familia es aficionada a los toros, en especial un tío que es sacerdote, ya con siete años me llevaba a las corridas de toros y desde ahí me sale la afición a los toros”.

El segundo paso fue incursionar de manera profesional

Cinco años después de presenciar su primera corrida de toros, inicia a entrenar a los doce años en el municipio de Apizaco y ponerse frente a la cara de sus primeras becerras.

“Mi debut como becerrista fue a los quince años, un 16 de julio de 2014 en Tetla de la Solidaridad, alterné con tres compañeros de la escuela taurina y recuerdo que tuve la fortuna de poder indultar un novillo, fue un bonito debut”.

 

Promesa tlaxcalteca en Madrid

Escuela Taurina Comunidad de Madrid

Ahora atraviesa un momento favorable en su etapa como novillero, pues es alumno de la Escuela Taurina Comunidad de Madrid en España, es el único mexicano que entrena y se forma como torero en este sitio, lejos de su tierra, de sus familias y de las dehesas que lo vieron surgir en esta caprichosa profesión.

“Tengo la fortuna de ser el único mexicano inscrito en una reconocida escuela taurina”.

El sueño va por buen camino

Desde que inició a forjar su carrera en el ambiente taurino, “Finito” tuvo la ilusión de conocer España, torear en ese lugar y hacer carrera y nombre en su país pero también lejos de su tierra.

“Todo pasó cuando hace tres años conozco al matador Guillermo Ibarra que es quien me apodera, él es director de la fundación Martha Aurora que ayuda a personas con Síndrome de Down y he toreado bastante con él aquí en México”.

Relató que tuvo la inquietud de ingresar sus documentos y videos de sus actuaciones a esta importante escuela de la tauromaquia a nivel mundial, impulso que lo llevó a ser aceptado hace casi dos años.

En ese momento, destacó el apoyo de su apoderado y también matador de toros, “llevo exactamente un año siete meses y ahora estoy inscrito, pero tomé vacaciones para visitar esta temporada decembrina con mi familia ahora que la temporada en España ha terminado”.

Comentó que la formación taurina en aquellas lejanas tierras es más exigente y demandante que la mexicana, desde la preparación física, hasta la formación educativa por medio de la historia taurina y el conocimiento de encastes, por ejemplo.

Promesa tlaxcalteca en Madrid

“Luego también el ponerse frente a una becerra en España hay cambios, desde la morfología de la becerra hasta los pitones, que allá suelen salir muy serios y ni se diga las novilladas que también son muy serias”.

La embestida es otra de las diferencias, pues allá el toro es más violento, agresivo en la embestida, mientras que el toro mexicano cuenta con temple y cadencia, cuestionado en este sentido, aseguró que su gusto es torear despacio y para eso está el toro nacional.

“Platicas con las figuras del toreo español y coinciden en decir que con el toro mexicano se hace el toreo eterno y a mí me encantaría poder torear despacio, pero también me encanta el toro español, su bravura y embestida”.

Con doce festejos, siete novilladas y cuatro festivales, “Finito” va por buen camino, pues ha sido un año fructífero en cuanto a triunfos, pero también ha logrado un crecimiento personal y profesional.

“Ha sido un año bonito, poder vestir de luces y salir a hombros en España y acomodarse con un toro allá es satisfactorio”.

Este no ha sido un camino fácil para la joven promesa que recibe instrucción lejos de su hogar, pues para llegar allá realizó voluntariado por dos años hasta lograr una beca, además de recibir apoyo de su familia.

“Me hace sentir orgulloso ver a mi familia contenta, ver a mi padre con unos ojos de ilusión al igual que mi madre y hermanitas, escuchar a mi padre decirme que está orgulloso de mí y a mi madre decirme que soy un valiente, eso me llena como persona”.

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