Hoy celebramos al dulce que todos consumimos en algún momento de nuestra vida, que tiene una gran variedad de sabores y colores, que todos disfrutamos saborear y masticar.
Este querido dulce fue patentado por William Semple, aunque este tiene otros orígenes bien conocidos ente los pueblos antiguos como en Grecia, donde se consumía la resina de entina, en Chile este era creado a partir de boldo y especies de animales, en México esta golosina se considera un legado Maya.
De estos últimos se desprende el chicle moderno, pues la recolección de savia de chicozapote que era un árbol muy común dentro de esta región, y ayudaba a generar la goma de mascar para su consumo.
Siendo este utilizado hasta hace aproximadamente cincuenta años y sustituido después por acetato polivinico como base para crear la consistencia de goma, debido a que este era mucho más barato.
Este producto se consume tanto en el mundo, que se estima que cada año se consumen aproximadamente alrededor de 560 mil toneladas de este producto que tiene un origen comercial dentro de nuestro país.
Ya que el expresidente Antonio López de Santa Anna tenía la idea de utilizar esta resina ayudándole a Thomas Adams para conseguir este material, con el que el inventor intentó fabricar múltiples objetos como llantas, botas y máscaras, pero nunca se obtuvieron resultados positivos.
Al fracaso que ya se creía consagrado, Santa Anna renuncia al proyecto, por lo cual Thomas se vio en la necesidad de asociarse con John Baker Curtis; sin embargo, a la creación de la goma de mascar se tuvieron que agregar otros ingredientes como parafinas y saborizantes para que este pudiera mascarse, así se mantuvo la receta hasta el año de 1871 cuando se agregaron los ingredientes para que se pudieran realizar la bombas que tanto caracterizan al producto.
