Mayra Hernández Ortega, médico especialista en medicina interna del Hospital General del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste), compartió su experiencia como profesionista de la salud ante la presente pandemia que se vive en la entidad a causa de Covid-19.

La especialista refiere que el cansancio y estrés para hacer frente  a la contingencia sanitaria ha sido muy fuerte, pero más grande la frustración que vive de no poder hacer más por los pacientes que se llegan a complicar por este virus.

Hernández Ortega, compartió que desde el año 2013 labora en el Issste Tlaxcala, esto tras cursar la carrera de medicina más cuatro años de especialidad, y jamás se había enfrentado a una situación similar a la actual en temas de salud pública.

“Esta pandemia es algo nuevo para mí, lo describo como impresionante y complicado a la vez, pues se conoce poco de la enfermedad y peor aún no hay tratamientos para combatirla, por lo que se genera una impotencia el no poder ayudar más a nuestros pacientes cuando se llegan a complicar”.

En este sentido, nos relató el momento en que  ella y sus colegas sabían que se enfrentarían a esto y como lo enfrentaron.

“Empezamos  a escuchar cada vez con mayor intensidad las noticias en artículos médicos de que en América latina ya se encontraba los primeros casos de coronavirus, y sobre todo cuando en México se registró el primer caso…mis compañeros internistas ya sabíamos que en algún momento teníamos que entrar a esta área especial  y cuando comenzamos a tener nuestro primer caso en abril, ya se había aislado todo  ya teníamos tenido el equipo de protección, es cuando nos cayó el veinte de que entraríamos a tratar a esos pacientes”.

Expresó que sin duda desde que se comenzó a preparar todo para enfrentar los casos positivos en la entidad, hasta la fecha ha ido experimentando  diversas emociones.

“Al principio sentí miedo, pues es algo que no conocía que no estaba descrito…no es como la influenza, no se compara la situación, por supuesto lo primero que sentí fue miedo. El miedo de contagiar a mi familia, a mis compañeros, pues es desconocido el virus, además de la variación de la presentación clínica de la enfermedad, miedo de no saber qué es lo que va a pasar y cómo manejar los pacientes”.

Mayra Hernández, además de ser una médico especialista es madre de familia por lo que señaló tuvo que implementar acciones de prevención para evitar riesgos de contagio con su hija y demás familiares.

Al respecto, comentó que en su hogar destinó una área de desinfección, una clase de estación de limpieza, donde cuenta con cloro sanitizador, alcohol gel, toallitas desinfectantes, además de un espacio para poder dejar su ropa antes de ingresar a su hogar, para posteriormente lavarla con jabón y agua caliente.

“Además me aplico gel en las manos y uso cubrebocas todo el tiempo, incluso en mi casa y sobre todo al convivir con mi hija. Al principio, incluso mande a vivir a mi pequeña con mi hermana; yo me encontraba alejada de todos por el miedo, peor mi hija también se estaba estresando, por lo que regreso conmigo pero reforzamos las medidas de distanciamiento para reducir riesgos”.

Asimismo, la doctora detalló que en su área de trabajo del Issste donde cubre una jornada laboral de seis horas aproximadamente, realiza un protocolo de entrada y salida, e incluso ella utiliza equipo adicional al que le es otorgado en la institución.

Además de como parte del protocolo de protección a dejado de utilizar maquillaje, aretes, ni nada metálico que pudiera transportar el virus. Otra acción que tuvo que realizar fue cortarse el cabello como medida de prevención.

“Una vez que ingreso al hospital, me dirijo al área donde me dan el equipo de protección, hago todo el cambio de ropa necesario, y posteriormente recojo el equipo quirúrgico…cada paso ya lo tenemos  bien establecido…de ahí comienzo a ver a los pacientes, los revisamos, valoramos y si es necesario los mandamos a realizar estudios, hacemos las notas necesarias y así hasta concluir nuestro turno”.

Comentó que durante toda su estancia en área Covid-19 que son cerca de cinco horas continuas portan en todo momento las caretas, googles, cubrebocas etcétera lo que ha causado que el agotamiento sea doble, pues maniobrar con todo el equipo de protección no es cosa sencilla, sobre todo externó que a la hora de entubar a un paciente es complicado con todo el equipo encima.

Resaltó que otra de las situaciones que se vive dentro del área Covid, es que una vez adentro se deben de seguir una serie de pasos, pues el uso de celular en determinados casos es restringido solo para emergencias y deben de ser portados en una funda especial. Además que la comunicación a veces se torna complicada pues los equipos aíslan el sonido, pero sobre todo tratamos de limitar el ir al sanitario durante las horas de estancia en el área Covid, pues resaltó que eso implicaría desprenderse de todo el equipo el cual generaría un riesgo de contaminación.

“Una situación complicada es si tenemos que requerir ir al sanitario, yo no tomo agua a partir de las 8 de la noche, paso al baño por la mañana y antes de entrar a colocarme el quipo, no se puede salir al baño…el hacerlo implica quitarse todo y es quipo que nosotros ya ocupamos, lo que es desechable se desecha y lo que no se manda a que reciba un tratamiento especial para esterilización, lo que es muy complicado.  Es muy difícil estar por seis horas, sin comer, sin tomar agua, pues a cierta hora la cabeza duele e incluso nos hemos mareado por estar respirando nuestro propio aire”.

Una vez concluido su turno, Mayra comenta que de manera nuevamente metódica se desprende del equipo de protección,  para dirigirse al área de regadera; una vez aseada brinda su informe vía telefónica a las autoridades competentes para poder dirigirse a su hogar. Cabe mencionar que esto lo realiza de lunes a viernes.

Compartió que los diversos cambios que han existido en su mundo laboral y personal han sido difíciles de llevar, pero que al ver a los pacientes y como se han llegado a complicar, prefiere acatar las rutinas de prevención al pie de la letra que correr riesgos.

“El cansancio y el estrés de toda la situación ha sido fuerte, pero por la vocación de todos los que estamos en el hospital nos saca avante, lo más complicado es hacer todos los ajustes al ver que es una enfermedad sin tratamiento ni vacuna por el momento”.

Finalmente la especialista  exhortó a la población a que acaten las medidas ya descritas desde hace mucho tiempo por las autoridades, resaltó que esto no es un juego, y que no terminará pronto si como sociedad no acatamos las recomendaciones de higiene y distanciamiento social.

“Cuidarnos  no solo es beneficio de cada uno, sino para nuestras familias, pues todos tenemos parientes con alguna enfermedad que los vuelve más vulnerables, por favor sigan todas las indicaciones, sé que es difícil en muchos aspectos este aislamiento pero es la forma en que se podrá sobrellevar esto por lo menos en lo que hay un tratamiento lo cual podría llevar varios meses”, concluyó.

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