La desertificación es un grave problema ya que este degrada la calidad de los suelos de tal manera que estos van perdiendo de manera significativa y progresiva todo el potencial que estos tienen para producir vida.
Lo anterior es consecuencia de la constante deforestación de los bosques , la falta de agua y lo mucho que se sobreexplota estos recursos ya que estos dos son ocupados de manera amplia dentro de las actividades económicas.
De manera lamentable las sequias y la desertificación tienen como consecuencia el daño de diversas áreas pues provocan erosión, salinización, agotamiento de los mantos acuíferos y pedida de los nutrientes de los suelos.
Esto supone un grave problema tanto para la naturaleza y la economía ya que dentro múltiples países las actividades agrícolas son fundamentales al ser consideradas una de las principales fuentes de efectivo para la población que vive en zonas de campo.
Y aunque existen iniciativas que ayudan a evitar esta grave contrariedad es necesario que los organismos y la sociedad en general se sumen para adquirir un compromiso que asegure que la desertificación por causa de las actividades humanas será eliminada.
Eliminar las consecuencias de la sequia en el mundo representa un gran reto para la sociedad en general ya que en los últimos años la población del mundo presenta un crecimiento acelerado lo cual causa que se consuma una mayor cantidad de recursos afectando de manera negativa a las tierras cuyo uso principal es la producción de alimento.
Por lo que es necesario que modifiquemos nuestra actitud con respecto a este fenómeno, pues de no cambiar a tiempo las actividades productivas en conjunto con los efectos del cambio climático amenazan el futuro en general.
