Sin lugar a dudas las celebraciones patrias no serian las mismas si en la mesa faltara un delicioso plato de pozole de acuerdo con “Historia General de las cosas de Nueva España” escrito por Fray Fernando Sahagún, el platillo tiene su origen en la ceremonia en honor al dios Xipe Totec.
Se creía que este dios era el responsable de la regeneración de la naturaleza al realizar la trasformación de un suelo seco a uno fértil de tal manera que se buscaba mantenerlo satisfecho sacrificando a un guerrero cautivo, quien era desollado y desmembrado para ser cocido en un caldo de maíz.
Tras la llegada de los españoles a México el platillo sufrió modificaciones para evitar el consumo de carne humana y se vio sustituida por la de cerdo, aunque existen quienes aseguran que nunca contuvo carne humana sino de animales como el xoloitzcuintle.
Pero con el paso de los años la receta se modifico de acuerdo las regiones del país teniendo en común el maíz, los rábanos y el orégano variando en el hecho de que la carne cambia dependiendo de la costumbre.