Luis Manuel Vázquez Morales
A días de cumplirse siete meses de la suspensión de actividades escolares para salvaguardar la integridad de alumnos y maestros ante la contingencia sanitaria, una serie de problemáticas han afectado al sistema educativo nacional. Se encuentra muy lejano el discurso oficial y aún más los preceptos que rigen la educación del país en los que se establece que “Todo individuo tiene derecho a recibir educación”, más adelante “La educación que imparta el estado tenderá a desarrollar armónicamente todas las facultades del ser humano”. En lo que concierne a los padres, se estipula “Hacer que sus hijos concurran a las escuelas” en todos los niveles de educación básica.
Es así como desde la parte oficial se establecen las formas y los métodos en los que se impartirá la educación como un derecho de todos los mexicanos. Por otra parte, la pandemia mundial ha trastocado los modelos educativos, situación que ha puesto al descubierto una serie de carencias que han llevado a que la niñez no pueda acceder a una educación de calidad. Después de varios meses, algunos países optaron por retomar las actividades escolares con el fin de continuar con el proceso educativo. La pregunta es ¿habrá sido lo correcto?
La voz de la comunidad educativa se hace presente para dar cuenta de lo que ha pasado durante la parte final del ciclo anterior y lo que va del presente. Alumnos, padres de familia y maestros hacen un llamado sobre el tipo de educación que se está impartiendo, que por situaciones políticas, económicas, tecnológicas y de salud, no puede ser de calidad.
Son muchas las problemáticas a las que se han enfrentado los docentes con la finalidad de cumplir con los procesos de enseñanza aprendizaje de los niños y jóvenes del país. En palabras de una maestra del nivel secundaria, establece como tres las principales dificultades que le han tocado vivir en estos meses. En primer lugar, la falta de conocimientos de los padres de familia para apoyar a sus hijos en las actividades escolares. De acuerdo con las estadísticas educativas, en algunas comunidades del estado de Tlaxcala, solo el 10% de los padres de familia poseen estudios de nivel superior, el 90% restante con estudios concluidos y truncos en los demás niveles.
En segundo lugar, la utilización de los dispositivos electrónicos y digitales por parte de los alumnos. Esta situación recae de manera indirecta en los procesos educativos ya que la alfabetización digital es casi nula. Muy pocas escuelas cuentan con aulas de medios y las que sí, los equipos son obsoletos. En otros niveles estas asignaturas presentan altos niveles de reprobación. Finalmente, en tercer lugar, la problemática generalizada que ha afectado en diferentes sectores de la sociedad; el hecho de que muchos padres de familia han perdido sus empleos.
En lo que se refiere al aprovechamiento de los alumnos, se percibe falta de organización en las actividades, muestran indisciplina y apatía, además de no haber autocontrol en ellos. Las actividades cotidianas no han permitido que cumplan con sus responsabilidades académicas. La situación laboral repercute en la familia, ya que los alumnos de secundaria y preparatoria deben salir a buscar un trabajo para ayudar a sus padres, incluso apoyando en los negocios familiares.
Los alumnos no cuentan con un horario específico para realizar sus actividades escolares. El hecho de que el programa Aprende en casa II se transmita con repeticiones, lleva a que dediquen la mayor parte de su tiempo en otras actividades, al fin y al cabo, pueden ver sus clases de manera diferida. En la escuela normalmente trabajan durante las jornadas escolares y en casa, no. En el hogar están sobrecargados de tareas, aunado a que, por su edad, les falta compromiso.
Expresa que en muchos de los hogares únicamente cuentan con celular como dispositivo móvil y lo usan para comunicarse, no cuentan con una computadora; poseen televisiones analógicas, mismas que no funcionan desde el apagón. Los que llegan a tener una pantalla, no tienen internet. Vaya problemática que viven las familias en pleno siglo XXI.
En la comunidad donde labora a pesar de ser una zona urbana y encontrarse cerca del centro de la capital, dónde podríamos decir que se tiene acceso a la tecnología, en realidad es todo lo contrario. Las familias son numerosas y solo cuentan con un sólo dispositivo para realizar las actividades de sus hijos que estudian desde preescolar hasta medio superior.
El rol y la figura del docente han cambiado. Desde el inicio de la contingencia han incrementado los problemas emocionales de los estudiantes. Cada día se atienden diferentes situaciones familiares que afectan su aprovechamiento. Maestros, padres de familia y alumnos hemos perdido el rumbo. Es este el momento para que la vocación docente nos ayude a contribuir de manera efectiva en la educación de los niños y jóvenes de Tlaxcala y México.
La maestra se da un espacio para hablar de las ventajas y desventajas de la educación que se presentan en plena pandemia. La tecnología se encuentra tan lejos y tan cerca de las familias. Por mucho tiempo los dispositivos se utilizaban para diversión, pero también son un medio que potencializa el aprendizaje. Sucede lo mismo con las redes sociales donde se pueden establecer comunidades de aprendizaje.
Las actividades se deben plasmar en la planeación, identificar los aprendizajes esperados que se pueden lograr utilizando estos recursos. Pero qué es lo que sucede, hay alumnos que entregan evidencias que no corresponden con lo solicitado, esto hace que no se alcancen los aprendizajes esperados. Lo anterior se deriva de que en el hogar no cuentan con la orientación adecuada para utilizar los dispositivos; en muchos casos, ni siquiera pueden acceder a los documentos en diferentes formatos.
Hablando de ventajas, los padres de familia se están dando cuenta de la forma de trabajar del docente, saben de las actividades que trabajamos en línea. Por lo que nosotros debemos planificar las actividades para los alumnos de todas las condiciones. Se requiere de un trabajo en equipo con el grupo de apoyo para atender a los alumnos con otras necesidades educativas. Los vemos desarrollarse en su propio contexto, eso es de mucha ayuda para conocer su comportamiento. En casa es muy fácil influenciarlos, pero con la convivencia que en muchas ocasiones no tenían, cambian muchas de sus características.
Los alumnos se encuentran en plena etapa de desarrollo físico, emocional y psicológico. Es importante que los más pequeños tengan ese acercamiento con las familias. Así podrán identificar los valores para practicarlos en casa. Desde el mismo hogar pueden aprender mucho, eso forma parte de su identidad.
Hoy más que nunca debemos apoyarlos para expresar sus emociones. Hay casos en que los alumnos han perdido a un familiar y no viven ese duelo porque la casa es escuela al mismo tiempo. Se han invadido los espacios. Me han tocado alumnos que pierden la noción espacial. Así como estamos, es muy complicado dar un seguimiento.
Finalmente, lejos de hablar de los problemas que atañen a la educación actual, menciona, que, para lograr una verdadera educación de calidad en tiempos de pandemia, debe existir esa empatía entre los maestros, alumnos y padres de familia. Los retos están presentes, es momento de unir fuerzas para lograr un aprendizaje para la vida. El ser humano por naturaleza es un ser social y como tal, debe aprender a vivir en sociedad. Solo con una educación integral puede lograrlo.
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