José Miguel C. Núñez Núñez
“Jamás me han acusado de corrupción”
“Tengo la conciencia tranquila”
Manuel Bartlett
En 2007, tras una inundación similar a la que ocurrió estos últimos días en su tierra, López Obrador, opositor entonces, dijo: “Todo esto que está pasando es producto de la privatización de la industria eléctrica, además por el mal manejo de las presas; no ha habido obras de infraestructura, no han desazolvado los ríos, no se han construido los bordos de protección y se han robado el dinero”. (Reforma. 8.11.2020)
Tras la inundación ocurrida nuevamente en 2011, López Obrador, señaló: “Para decirlo con mucha claridad: Tabasco se está inundando porque se le ha dado preferencia a las plantas generadoras de energía privadas, aunque hay otros factores… No se turbinan adecuadamente las presas y en esta temporada se abren las compuertas para desfogar el agua, provocando inundaciones…” (ibid)
Ahora como presidente, pese a los reclamos, no solo de sus “paisanos”, sino del propio gobernador, Adán Augusto López, dijo: “Bartlett no es el responsable ni mucho menos culpable”. (ibid)
López Obrador afirmó lo anterior, porque “El gobernador de Tabasco, Adán Augusto López, acusó al titular de la… (CFE), Manuel Bartlett, de inundar Nacajuca, Jalpa y Cunduacán… por lo que presentará denuncias al respecto. En un reclamo público, el tercero en menos de un mes, el mandatario tabasqueño acusó… Señor director… Manuel Bartlett, le aclaro que los tabasqueños nunca hemos dicho que el manejo irresponsable y mercantilista con el que la CFE opera la extracción de la presa Peñitas haya causado inundaciones en Villahermosa. Lo que si afirmamos es que, con esa insensibilidad, inundaron Nacajuca, Jalpa y Cunduacán, y vamos a presentar las denuncias y demandas para que la CFE indemnice a los tabasqueños que resultaron damnificados y repare la infraestructura dañada”. (ibid)
Independientemente de la connotación ideológica que siempre ha utilizado el presidente López Obrador, es evidente que antes responsabilizaba a la CFE y al gobierno, por las inundaciones que se sucedían cada año en su tierra. Ahora, como ha ocurrido en otras situaciones en donde hay evidencias de corrupción, nuevamente exonera a Bartlett. Y asunto concluido.
Lo cierto es que tales exoneraciones tienen un costo político que al final terminará pagando López Obrador. Sin embargo el costo político en este tipo de situaciones no es lo que nos ocupa.
El tema es Tabasco y su gente. Cuando era opositor, López Obrador apuntó soluciones. Señaló como causantes de las inundaciones “el mal manejo de las presas; no ha habido obras de infraestructura, no han desazolvado los ríos, no se han construido los bordos de protección y se han robado el dinero… No se turbinan adecuadamente las presas y en esta temporada se abren las compuertas para desfogar el agua, provocando inundaciones…”
¿Bartlett habrá hecho algo de esto que señaló López Obrador en 2007 y 2011? Si no lo hizo: sí es responsable. Es un tema que está en su “cancha”. Es el “dueño” de la CFE y debe responder por ello. Él mismo se tituló como abogado con la tesis “La obligación del Estado de reparar los daños que cause”. Luego entonces, deber obliga.
Y el propio gobernador, cercano a López Obrador, al igual que Bartlett, así lo expresó: “con esa insensibilidad, inundaron Nacajuca, Jalpa y Cunduacán, y vamos a presentar las denuncias y demandas para que la CFE indemnice a los tabasqueños que resultaron damnificados y repare la infraestructura dañada”.
Seguramente López Obrador, si fuera opositor, sería lo mínimo que pediría. Digo lo mínimo, porque las condiciones están dadas para haber pedido la renuncia de Bartlett. Si el gobernador de Tabasco no lo hizo, fue porque el propio presidente le pidió que no lo hiciera.
Digo que las condiciones están dadas para pedir la renuncia de Bartlett, desde luego no únicamente de él, de muchos más, que ni siquiera a “floreros” llegan, pues brillan por su ausencia.
El asunto es que de los primeros resultados de la revisión de las cuentas públicas 2019, hay opacidad, no están debidamente justificados los ejercicios presupuestales de la CFE, lo que da lugar a pensar que hay ya desde el primer año de gobierno, daños y perjuicios a la Nación, en el caso de la CFE, por cuatro mil 359 millones de pesos, junto con Pemex exploración y producción, conforme a los primeros resultados presentados por la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
Esto es apenas 2019, falta conocer que pasó y está pasando en el presente 2020, en tanto el Fondo Monetario Internacional (FMI) ya está anticipando que la deuda del gobierno de México alcanzará el 45.5% del PIB al concluir 2020. Solo para tener una idea de cuánto creció, en 2019, cerró en el 36.6% del PIB. ¿Quién pagará esta deuda? Pareciera que estamos regresando a los 70´s y 80´s. Los pobres, serán los más afectados.