La directora de la Red por los Derechos Sexuales y Reproductivos (Ddeser) en Tlaxcala, Rosario Texis Zúñiga, refirió que en el tema de abuso sexual infantil han registrado un total de 87 casos en lo que va de la contingencia sanitaria, específicamente en niñas y adolescentes de entre 10 y 14 años de edad.

De los cuales 34 del total de casos se han presentado en una situación “combinada” con varios delitos, es decir, que son situaciones de violencia sexual extrema, con posible trata de personas con fines de explotación sexual, trabajo forzado infantil y/o venta de niñas y adolescentes.

En este sentido la directora de la Red, comentó que han recibido muchos casos de abuso sexual, en las cuales ha requerido principalmente asesoría para hacer una denuncia, atención psicológica y saber que procedimiento seguir tras estos abusos.

“Sin embargo, muchas de la personas vienen en situación de que posterior a ser víctimas de violencia sexual, están embarazadas y quieren acceder a un servicio de interrupción legal del embarazo… y así hemos ido conociendo algunos casos más, pero con la pandemia se agudizó muchísimo la venta de niñas y adolescentes principalmente de algunas comunidades de la zona sur y de la zona oriente y norte del estado”.

Bajo este tenor, refirió cuentan con datos muy significativos que han documentado, pues reiteró existen 34 casos de niñas entre 10 y 14 años que vivieron una situación de abuso sexual con otros delitos vinculantes como la trata de personas, por lo que expuso deben de atenderse de manera urgente.

Texis Zúñiga, compartió que los principales agresores de estas menores de edad durante el confinamiento son los propios familiares, siendo los principales perpetradores agresores de las niñas, hombres mayores que ellas, pero lo más delicado, personas que son de confianza con las que ellas tienen una relación directa familiar, siendo muchas veces tíos, abuelos o miembros de la familia directa.

Situación que dijo, no permite hacer justicia, pues en la realidad es muy difícil que la mamá de la niña violentada quiera hacer una denuncia, esto por existir muchos vínculos que difícilmente quieran romper.

“Hemos visto familias que vendían a las niñas por un cantidad de 30 mil pesos, hasta niñas que las vendían por televisión o por un aparato electrónico como computadora o videojuegos, situación preocupante y que se ido incrementando durante la contingencia, pero a veces no se denuncia por existir lazos de consanguinidad”.

Finalmente, externó que aunque en Tlaxcala se ha bajado el índice de embarazo en adolescentes, la realidad es que hay cifras negras de la situación que viven las niñas y adolescentes, ya que muchas de las que se tienen registradas ni siquiera fueron a un servicio público para atenderse, pues muchas de ellas fueron atendidas en hospitales privados y no porque tuvieran dinero, sino por miedo al contagio por la contingencia, pero en segundo por el miedo a que las denuncien.

“Existe poco registro, y otro sub registro que eso no se va mirar. Sin embargo, seguramente habrá un repunte por la pandemia en el embarazo no deseado o planeado”, concluyó.

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