El sábado anterior en el cortijo La Escondida de la familia Ortega Blancas, pudimos observar el avance importante que un prospecto como Jesús Sosa, ha tenido en su aún naciente carrera como torero.
El alumno del matador de toros José Luis Angelino, tiene maneras de torero, con solo verlo se advierte su afición a los toros y, frente al bravo ejemplar, se nota que el muchacho se cuece aparte.
El sábado en la plaza de tientas de La Escondida, ante la mirada de su maestro y otros dignos y populares representantes del toreo tlaxcalteca como el maestro Rafael Ortega y Joaquín Angelino, el joven torero Jesús Sosa cuajó una faena por mucho interesante ante un complicado novillo -bien presentado- de la ganadería de Atlanga, cuyos ganaderos atestiguaron el acto.
Se trata de un torero con argumentos de sobra para destacar en este difícil mundo del toreo, aunque, de acuerdo con palabras que me compartió el maestro José Luis Angelino, en Sosa encuentra un toreo con méritos y clase de sobra.
En este 2020 en el que ha sido difícil conseguir oportunidades para torear, el joven tlaxcalteca ha aprovechado las que ha tenido recientemente, y con ello va forjando su carrera como un prospecto importante que, bien llevado, con humildad y “con cabeza”, será un digno representante de nuestra tauromaquia.
Y vale la pena decir, desde este espacio, que el don de gente, paciencia y perseverancia de José Luis Angelino, permitirán que salgan más toreros profesionales en un estado que destaca precisamente por su afición y tradición taurina.
Con argumentos
El rejoneador mexicano Emiliano Gamero se fue con todo a la organización taurina de aficionados conocida como “Peña 432”, luego de que, pese a contar con argumentos de sobra, no fuera considerado en la lista de lo más sobresaliente de la Temporada Grande 2018-2019 de la Monumental Plaza México.
Y no es para menos, resulta que el capitalino indultó a finales del 2019 al toro “Gaspar” de Vistahermosa, lo que lo consagró como el triunfador de aquella tarde de rejones en La México, y dejando buen ambiente entre la afición.
No obstante, la “Peña 432” otorgó el conocido galardón “Minotauro” como triunfador de esa temporada al también rejoneador español Guillermo Hermoso de Mendoza, -hijo del influyentísimo Pablo Hermoso-.
Gamero es un torero a caballo que ya en múltiples actuaciones ha dejado el sello de su calidad, pero también de su educada escuela que no se parece a otras, y que trata de abrirse paso entre la afición mexicana al rejoneo, entre tanto figurín extranjero.
El recio caballista capitalino fue contundente en sus comentarios, al advertir que se trató de una deshonra, por lo que, decidió renunciar al premio que esa misma organización le concedió para la temporada 2014-2015.
“Renuncio a la mentira y discriminación llena de malinchismo de mis compatriotas de tal organización. Exalto con orgullo que en los próximos días estará de regreso en las oficinas de la Peña Taurina 432″, acusó.
La protesta de Emiliano Gamero pone el dedo en la llaga entre tanto “malinchismo” que observamos en la fiesta de toros mexicana. Como siempre hemos opinado, en la actualidad no se concibe una temporada sin el montón de toreros extranjeros que pisan los cosos mexicanos cobrando millonadas y, en ocasiones, con actuaciones paupérrimas.
Quizás poco se logrará con la acusación del torero a caballo, pues difícilmente la fiesta brava dejará de tener estas características que la hacen cada vez más selecta y copada por un grupo de taurinos que, con mayor frecuencia, le hacen más daño al espectáculo taurino, que lo que le aportan a la buena.